6 de abril de 2019

OTRA PERSONA DETENIDA TRAS LA DESAPARICIÓN DE UN HOMBRE EN ZONA DE ISLAS DE ROMANG


Juan Carlos Fernández, 55, alias Tito Ares, sigue desaparecido desde el 17 de marzo de 2019 cuando se lo vio por última vez compartiendo una ranchada junto a otros cuatro pescadores en una isla cerca del Camping de la Ciudad de Romang; y este viernes fue detenido Erasmo Zapata, de 55 años. Se suma a José Abel Cardozo, ya imputado por ocultamiento de persona y preso preventivamente en principio por 60 días, tal como resolvió este mismo viernes el juez Gonzalo Basualdo en audiencia oral y pública realizada en los tribunales de Reconquista.

El fiscal Alejandro Rodríguez había pedido que la prisión preventiva sea por tiempo indeterminado, a lo que se opuso la defensora particular Imelda Gladis Pitteri.
En la audiencia pública a la que asistió ReconquistaHOY, el fiscal recordó lo que ya había dicho en la audiencia imputativa, que una testigo declaró que llorando Cardozo le contó que a Fernández no lo van a encontrar y que cuando le sugirió que vaya a la policía a contar todo se negó alegando que en ese caso “quedaríamos todos presos”. La confesión fue en una crisis de llanto inusual, inesperada, con un temblor inusual. También detalló ante el juez el testimonio ofrecido por un remisero del barrio, quien reveló que Cardozo le dijo que quería trasladar valija y cajas y al no poder llevarlo se fue “con cara de preocupación”.
También mencionó el fiscal contradicciones entre lo que dicen los pescadores y otros testigos, como quien atiende la cantina del camping y otro que atiende un kiosko que vende bebidas en el centro. Supuestamente los pescadores en la noche del sábado 16 de marzo de 2019 regresaron de la isla y anduvieron buscando “3 Fernanditos”, cigarrillo y pan.
El Dr. Rodríguez sostuvo que “hay identidad suficiente para sostener que Cardozo ha participado del delito de ocultamiento de persona”, y que observa riesgo de entorpecimiento probatorio. Como muestra sostuvo que el día posterior a la desaparición de Fernández, Cardozo volvió al lugar con otra persona a borrar evidencias que “¡Oh casualidad!, no son encontradas en el lugar donde habían ido supuestamente a pescar. No argumentó riesgo de fuga; y añadió que en las últimas horas se sumaron evidencias de la participación de otra persona en el delito (luego de la audiencia se supo que había mandado a detener a Erasmo Zapata).
Resaltó al juez que estamos frente a “un hecho realmente grave, ha desaparecido una persona” y no la encuentran a pesar de los intensos operativos de búsqueda de los que participaron 70 personas rastrando agua e islas hasta con drones y detectores de huesos. De todas maneras no descartó que Fernández pueda aparecer con vida.
A su turno la defensora de Cardozo le dijo al juez que para ella “no existe convicción del delito de ocultamiento” en el fiscal, dijo que observó eso porque dijo que no descarta que pueda aparecer con vida; y recordó que Fernández ya desapareció en alguna ocasión sin avisar.
Opinó que si estaban todos embriagados pudo ocurrir que se cayó al agua, “es muy probable que se cayó al agua y haya sido devorado por la fauna ictícola. Allí hay palometas, cocodrilos, yacarés”, explicó.

Remarcó que estaban todos alcoholizados al punto de orinarse, y preguntó si en ese estado podrían haber cavado un pozo de tal magnitud para ocultar una persona. No ve el delito de ocultamiento, sostuvo la “absoluta inocencia” de su defendido y que “los testigos no son creíbles”.
“Una pala de bogar es un remo que sirve para remar, es dudoso que con un remo se puedan borrar evidencias, no puedo entender cómo”. Retrucó así al fiscal que sospecha que la usó para borrar evidencias. “Lo veo muy lejos de la realidad”, opinó la Dra. Pitteri para quien “no existe un nexo causal entre el accionar de Cardozo y el probable o supuesto ocultamiento de persona, si lo hubiera”.
Se apoyó en las propias palabras del fiscal, quien había dicho que no hay peligro de fuga. Cardozo reside en Romang, tiene allí su domicilio fijo, su familia y allí hace changas. Siempre estuvo sometido a derecho, no opuso resistencia. Por todo eso solicitó al juez que considere la posibilidad de otorgarle la libertad a Cardozo; y en todo caso sugirió una libertad con restricciones en otro domicilio, alejado del lugar habitual, que viva en Reconquista; o que la prisión preventiva sea domiciliaria en la casa de un familiar que se ofrece como tutor y estaba presente en la sala, en referencia a Miguel Cardozo, su sobrino.
Agregó que Cardozo sufre cirrosis y requiere control médico periódico.
El fiscal replicó que no cree que Fernández está con vida, sino que “existe esa posibilidad”, que nada se descarta en la investigación; que los testimonios recogidos son “corroborables” y que “tienen atisbos de credibilidad que podrían sostenerlos en caso de un juicio”.
“Es probable que se haya caído también al agua, todo es probable. Pero nadie dijo que cayó al agua”, aclaró el representante del Ministerio Público de la Acusación, señalando que “si lo comieron los animales o la fauna íctica, no apareció ni la ropa”.
Dijo que no tiene “garantías” que quien dijo lo que dijo- según los testigos- no ponga en riesgo las pruebas, y remarcó el pedido de prisión preventiva por tiempo indeterminado para poder avanzar con la investigación, y que mientras tanto, si está enfermo, que sea atendido como corresponde, pero en prisión preventiva.
La defensora replicó reiterando sus conceptos, que no hay evidencias para sostener la prisión preventiva. “Solo son dichos de una persona y otra” que el imputado niega, sostiene “su absoluta inocencia. No existe base fáctica contundente para sostener la prisión preventiva”.
Nuevamente habló el sospechoso
Cardozo le dijo al juez que la pala de bogar no sirve para borrar evidencia. “Yo no puedo borrar evidencias con una pala”. Añadió que el día después de haber ido de pesca, ese mismo domingo a la noche regresó a la ranchada con Peringone Fernández, sobrino del desaparecido, juntos en un bote, y que no era lógico pensar que borró evidencias habiendo ido con un familiar del desaparecido, que en ese caso lo hubieran descubierto si hacía algo con la pala; y que los otros compañeros de ranchada fueron a la búsqueda del desaparecido con bomberos, lo que tampoco les hubiera permitido borrar rastros.
El fiscal le preguntó a Cardozo si dialogó con Zapata, y si éste le dijo que no se le ocurra hablar ni dar información a la policía, lo que Cardozo negó.
La defensora aludió a la angustia creciente que siente Cardozo, por lo que es entendible que llore. “¡¿Cómo no va a llorar si se le perdió un compañero de la pesca y de la vida!?”, cuestionó, remarcando que “no es sospechoso que esté angustiado, eso no es evidencia que lo hace autor de un ilícito, es una reacción natural de angustia de quien ha perdido un amigo”.
Luego de escuchar el debate de las partes y sus réplicas, el juez se tomó un cuarto intermedio y al regresar a la sala anunció su decisión de dejar en prisión preventiva a Cardozo pero no por tiempo indeterminado como había pedido el fiscal, sino por 60 días. Se apoyó en la ley, mencionando el Artículo 220 inc. 1° del Código de Procedimientos que no requiere la certeza a la que refiere la defensa por ser etapa preliminar del proceso, sino como en este caso basta con verificar la existencia de elementos de convicción suficientes para sostener la participación punible del encartado, entre otras cosas.
El Dr. Basualdo expresó que él entiende que existen evidencias que permiten inferir riesgo de fuga y de entorpecimiento en la búsqueda de pruebas; por todo eso,“dispongo transformar la detención del señor José Abel Cardozo, DNI 14.039.833 en prisión preventiva por 60 días”.  Como es “una causa en permanente avance”,eximió a la defensora de los plazos del art. 225 para que pueda revisar cuando haya novedad la medida cautelar que dispuso.
Por la enfermedad de Cardozo que alegó la defensora, recomendó el juez al personal de celaduría que extremen los recaudos para controlar de manera permanente su estado de salud y arbitre los medios para continuar con los controles regulares. Cada 15 días deberán trasladarlos al hospital central de Reconquista.
Terminada la audiencia, se supo que el fiscal había ordenado la detención de Zapata, por lo que la familia de Cardozo pidió públicamente a través de ReconquistaHOY que no los encierren en la misma celda porque tienen miedo que Zapata le haga algo. Si bien Cardozo negó ante el juez que Zapata lo haya condicionado a no decir nada, los familiares de Cardozo creen que mintió por miedo, convencidos que Cardozo no habla por miedo a Zapata. Por eso incluso esperaron que Cardozo sea trasladado de tribunales a la celda para salirle al cruce en la vereda y suplicarle que no calle, que diga la verdad de todo cuanto sabe, que él no debería tener miedo porque contará con la protección de ellos. Dijeron que lo van a visitar en la celda para repetirle que cuente todo lo que sabe, convencidos que sabe de algo que pasó con el desaparecido Fernández pero que Cardozo es inocente.

Foto: Juan Carlos Fernández alias Tito Ares

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