El último aumento de combustibles que se implementó a nivel nacional se produjo en mayo pasado. En ese momento la suma promedio fue del 9% y se explicó que la decisión se tomó a partir de: la evolución de los costos asociados a la refinación y comercialización; el incremento de los precios locales de biocombustibles producido por terceros y que los comercializadores deben adquirir a precio regulado; y el sostenido aumento de los precios internacionales de los combustibles que es necesario importar para complementar la refinación local.
El incremento en los últimos 12 meses aplicado por la empresa petrolera asciende a 41,7%, según resaltaron fuentes ligadas al sector. La variación se encuentra por debajo de la evolución presentada por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y de los precios relativos de la economía, remarcaron.