Al respecto la Licenciada Paola Gauna, titular de Assal San Javier señaló: “Hoy estamos cerrando uno de los cursos del año 2022 de la Oficina de Seguridad Alimentaria y tenemos 31 personas que están realizando un curso por primera vez y 17 personas que estuvieron haciendo renovación en este curso. Hoy se termina la jornada que consistió en 3 días y estaremos próximamente realizando un nuevo el curso en el mes de mayo” adelantó la funcionaria.
En cuanto a los conceptos que se vierten en el curso de Manipulación de Alimentos, Paola Gauna comentó: “Tenemos aquí emprendedores que han comenzado el trabajo con apicultura, emprendedores con pescados, otros que trabajan en el tema de comercios y también en las escuelas donde también se exige el carnet de manipulación de alimentos, con los asistentes escolares y certificados que también se avalan cuando van al escalafón. Todo esto es interesante porque a veces hay cosas que se desconocen y venir a aprenderlo en nuestro curso es importante. Son 4 módulos como la parte nutricional, la otra es contaminación y alteración de los alimentos, otro esta en relación a enfermedades y la otra es buenas prácticas de manufacturas. En todo lo que tiene que ver con las operaciones, el establecimiento, el personal en cuanto al área de alimentos” aseguró Gauna.
Habilitaciones y código de faltas
“También queremos recordar la importancia del tema del transporte, el 28 de febrero se cerraron las habilitaciones. Estas son las conocidas como UTA. Se vencen los 31 de diciembre y tienen tiempo hasta el 28 de febrero para poder actualizarla. Pasando esa fecha es una infracción y se cobra multa por eso” remarcó la Licenciada.
Al tiempo que recordó que: “Otra de las cosas a tener en cuenta es que en el municipio tenemos Código de Faltas, entonces todas las actas que derivan con infracciones y hay que pagar multas, suspensiones, clausuras y eso se determina a través del Juzgado de Faltas como por ejemplo la falta de indumentaria, la falta de rotulación, la falta de etiqueta, la falta de procedencia de los alimentos y no tenemos a quién quejarnos después en el caso de adquirir ese producto” explicó. “Si un comerciante compra un producto sin rotulación, el problema va a ser que la infracción va a ir a ser comerciante porque el alimento no tiene rotulación, ni trazabilidad para seguir ese producto” añadió.
“También queremos recordar la importancia del tema del transporte, el 28 de febrero se cerraron las habilitaciones. Estas son las conocidas como UTA. Se vencen los 31 de diciembre y tienen tiempo hasta el 28 de febrero para poder actualizarla. Pasando esa fecha es una infracción y se cobra multa por eso” remarcó la Licenciada.
Al tiempo que recordó que: “Otra de las cosas a tener en cuenta es que en el municipio tenemos Código de Faltas, entonces todas las actas que derivan con infracciones y hay que pagar multas, suspensiones, clausuras y eso se determina a través del Juzgado de Faltas como por ejemplo la falta de indumentaria, la falta de rotulación, la falta de etiqueta, la falta de procedencia de los alimentos y no tenemos a quién quejarnos después en el caso de adquirir ese producto” explicó. “Si un comerciante compra un producto sin rotulación, el problema va a ser que la infracción va a ir a ser comerciante porque el alimento no tiene rotulación, ni trazabilidad para seguir ese producto” añadió.
Controles de la Oficina de Seguridad Alimentaria
En cuanto al trabajo de Oficina de Seguridad Alimentaria, Paola Gauna dijo que. “Se continúan con los controles y se continúa encontrando irregularidades como la contaminación cruzada, en los últimos procedimientos hemos decomisado hasta 70 kg de carne en mal estado por falta de frío y que estaban en estado descomposición” sostuvo. También señaló que en el último tiempo se han realizado denuncias por salamines con falta de rotulación porque la gente debe acostumbrarse a comprar productos con rótulos, si no los tiene está arriesgando la salud y cómo se escucharán en todas las noticias tenemos casos en Misiones dónde hay personas que han muerto por botulismo por el tema de la ingesta de salamines en niños y personas grandes. También en los últimos casos con la trichinella que se registraron en una localidad de cerca de Rosario y con mucha más razón con el tema del embutido, si no tiene rotulación no deben comprarlo porque se están arriesgando la salud” destacó la funcionara de Assal.
Día Mundial del Consumo Responsable
El 15 de marzo se celebra el Día Mundial del Consumo Responsable. Convertirse en una consumidora o consumidor responsable va más allá de cambiar hábitos y elegir alimentos y productos sustentables y provenientes del comercio justo. Claro que estas acciones son de suma importancia, pero la responsabilidad no termina ahí. Ser consumidora o consumidor responsable, también implica reconocer el poder que tenemos para exigir cambios sistémicos en la manera de producción y consumo dominante; el poder de organizarnos y ofrecer y/o exigir a los gobiernos locales más alternativas de consumo es también una manera de participar activamente en la construcción de las condiciones necesarias para poder hacer realidad el consumo responsable.
En cuanto al trabajo de Oficina de Seguridad Alimentaria, Paola Gauna dijo que. “Se continúan con los controles y se continúa encontrando irregularidades como la contaminación cruzada, en los últimos procedimientos hemos decomisado hasta 70 kg de carne en mal estado por falta de frío y que estaban en estado descomposición” sostuvo. También señaló que en el último tiempo se han realizado denuncias por salamines con falta de rotulación porque la gente debe acostumbrarse a comprar productos con rótulos, si no los tiene está arriesgando la salud y cómo se escucharán en todas las noticias tenemos casos en Misiones dónde hay personas que han muerto por botulismo por el tema de la ingesta de salamines en niños y personas grandes. También en los últimos casos con la trichinella que se registraron en una localidad de cerca de Rosario y con mucha más razón con el tema del embutido, si no tiene rotulación no deben comprarlo porque se están arriesgando la salud” destacó la funcionara de Assal.
Día Mundial del Consumo Responsable
El 15 de marzo se celebra el Día Mundial del Consumo Responsable. Convertirse en una consumidora o consumidor responsable va más allá de cambiar hábitos y elegir alimentos y productos sustentables y provenientes del comercio justo. Claro que estas acciones son de suma importancia, pero la responsabilidad no termina ahí. Ser consumidora o consumidor responsable, también implica reconocer el poder que tenemos para exigir cambios sistémicos en la manera de producción y consumo dominante; el poder de organizarnos y ofrecer y/o exigir a los gobiernos locales más alternativas de consumo es también una manera de participar activamente en la construcción de las condiciones necesarias para poder hacer realidad el consumo responsable.
En ese marco, Paola Gaona dejo algunos conceptos y recomendaciones desde Assal San Javier y dijo: “En lo que tiene que ver con las frutas, las verduras se debe ser responsable y no comprar con excedente porque después termina todo en desperdicio y se termina tirando. O por lo menos que las personas pueden optar por conseguir un método de conservación, de refrigeración y de congelado que pueda conservar los alimentos” aclaró.
Hubo un momento en el que se hizo un plato que estaba avalado también que si uno iba a un restaurante o una rotisería lo que sobraba para no tirarlo se lo llevaba a la casa para evitar que hubiera otra porción que se tirara. En cuanto a los alimentos también si hay verduras que han sobrado se pueden realizar otro tipo de comidas como torrejas u otro tipo de alimentos que no se tengan que tirar para evitar el desperdicio” finalizó.
Elegir comprar en iniciativas o negocios locales siempre hará la diferencia, el informarse de dónde vienen los productos que consumimos y a dónde van los residuos una vez que terminamos de usarlos o consumirlos, también es esencial.
El promover el consumo responsable no solo nos traerá beneficios en la salud, sino que además podremos disfrutar de los beneficios que trae para la economía local, para el medio ambiente y para nuestra comunidad, consumir alimentos y productos responsablemente que provengan del comercio justo significa asegurar bienestar, justicia y ecosistemas saludables para las generaciones futuras.
Otro punto muy importante es tratar de consumir menos, es decir, evitar comprar lo que no necesitamos y evitar el sobreconsumo o consumismo, debemos intentar consumir productos que tengan mayor durabilidad, que en su fabricación no hayan utilizado materias primas vírgenes; y en su lugar elegir productos que provengan del comercio justo y que no estén afectando personas, comunidades y/o ecosistemas durante su fabricación y comercialización.
Hubo un momento en el que se hizo un plato que estaba avalado también que si uno iba a un restaurante o una rotisería lo que sobraba para no tirarlo se lo llevaba a la casa para evitar que hubiera otra porción que se tirara. En cuanto a los alimentos también si hay verduras que han sobrado se pueden realizar otro tipo de comidas como torrejas u otro tipo de alimentos que no se tengan que tirar para evitar el desperdicio” finalizó.
Elegir comprar en iniciativas o negocios locales siempre hará la diferencia, el informarse de dónde vienen los productos que consumimos y a dónde van los residuos una vez que terminamos de usarlos o consumirlos, también es esencial.
El promover el consumo responsable no solo nos traerá beneficios en la salud, sino que además podremos disfrutar de los beneficios que trae para la economía local, para el medio ambiente y para nuestra comunidad, consumir alimentos y productos responsablemente que provengan del comercio justo significa asegurar bienestar, justicia y ecosistemas saludables para las generaciones futuras.
Otro punto muy importante es tratar de consumir menos, es decir, evitar comprar lo que no necesitamos y evitar el sobreconsumo o consumismo, debemos intentar consumir productos que tengan mayor durabilidad, que en su fabricación no hayan utilizado materias primas vírgenes; y en su lugar elegir productos que provengan del comercio justo y que no estén afectando personas, comunidades y/o ecosistemas durante su fabricación y comercialización.