Actualmente, se encuentra en desarrollo una variedad conocida como “Fortuna Petizo”, lograda a partir del mejoramiento de una planta de menor estatura. “De esta manera se obtuvieron mejores condiciones para la cosecha y una productividad del 100 por ciento de los granos, alcanzando así un rendimiento de siete a ocho toneladas de arroz por hectárea”, destaca el ingeniero agrónomo Rodolfo Vicino, responsable de la unidad experimental.
Por otra lado, la variedad “Pucará”, también lograda en el Centro Experimental, se está sembrando en alrededor de cuatro mil hectáreas santafesinas, adaptándose a los suelos salinos y alcalinos de las distintas zonas provinciales.
Al respecto, Vicino detalló: “Estas variedades se fueron logrando a partir de una larga trayectoria en la que hemos trabajado de forma permanente, a través del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología, y en algunos casos acompañados por el INTA, mejorando las variedades”.
“El mejoramiento genético se consigue cruzando individuos de determinadas variedades con el objetivo de obtener las características sobresalientes de ambas. Es un proceso de varios años en el que vamos seleccionando distintos ciclos evolutivos y adaptaciones en distintas zonas, entre otros detalles”, aseguró Vicino.
En el caso específico de la variedad “Fortuna”, aclaró que “con la diversidad normal, donde la planta es muy alta y se vuelca por el viento, perdíamos entre un 30 y un 50 por ciento de la cosecha.”
El arroz es un cultivo que cubre alrededor de 200 mil hectáreas por año, de aquí proviene la relevancia regional en el norte de nuestra provincia. Seguidamente el delegado del Centro Experimental, afirmó: “Esta actividad genera un importante movimiento de mano de obra debido a qué se necesitan dos personas por hectárea para poder regar ya que esto se hace de forma artesanal”. Sumando a este aspecto se destaca la importancia de la cadena industrial arrocera la que genera un alto impacto socioeconómico en la región.
En la actualidad, la provincia está trabajando con variedades especiales para distintos nichos internacionales, como la “Yamaní”, que ya fue exportada a Japón, pero también se están desarrollando otras variedades de arroz largo fino, dándoles mayor producción por hectárea.
DISTINCIÓN
Luego de varios años de trabajo en el estudio y fitomejoramiento del cultivo de arroz, la Fundación Proarroz y la Federación de Entidades Arroceras Argentinas (Fedenar) reconocieron la labor del ingeniero agrónomo Rodolfo Vicino por el desarrollo y la trayectoria en la investigación de variedades del cultivo del arroz. Dicha distinción tuvo lugar en la 32° Jornada Técnica Nacional del cultivo, llevada a cabo en San Salvador, capital nacional del arroz.
La Fundación Proarroz se encuentra radicada en Entre Ríos, foco de la industria arrocera debido a que el 70 por ciento del arroz se elabora y comercializa en dicha provincia.