La cooperativa, ubicada en el Parque Industrial de Sauce Viejo, está integrada por 120 apicultores argentinos que viven y trabajan en la zona central de la provincia de Santa Fe. En el marco de la convocatoria Innovar Santa Fe 2020, presentaron el proyecto: “Innovación en la cadena de miel como respuesta al nuevo concepto de calidad del mercado internacional”.
Para conocer un poco más sobre esta cooperativa, la secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación, Marina Baima; el secretario de Desarrollo Territorial y Arraigo, Fabricio Medina; y el secretario de Industria, Claudio Mossuz, recorrieron las instalaciones y se reunieron con Norberto Gugliotta, Contador de Cosar.
“Con este tipo de convocatorias podemos llegar al territorio y trabajar con otro tipo de sectores como el de apicultura, tan ligado a las economías regionales. En concordancia con las áreas de incumbencia de las tres secretarías que estuvimos presentes hoy, vemos en el territorio como podemos transformar Santa Fe a partir del conocimiento”, sostuvo Marina Baima.
Por su parte, Mossuz dijo: “Es interesante poder visualizar qué empresas accedieron a este beneficio que otorga la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación, y tomar contacto con quienes van a llevar adelante los proyectos adjudicados”.
Además, Medina señaló que “integrar estos procesos de innovación tecnológica al territorio es el desafío que nos compete. Este ANR tendrá un impacto muy positivo en las pequeñas empresas por eso vamos a tratar de territorializarlo en distintos puntos de la provincia, vinculando producción con innovación, ciencia y tecnología, poniéndolas a disposición de los sectores productivos para la generación de mayor conocimiento y de una mejora en la calidad de vida de los santafesinos”.
INNOVAR EN LA CADENA DE LA MIEL
De acuerdo al proyecto presentado por Cosar, universalmente se acepta la utilización de plaguicidas como agentes químicos necesarios para proteger todo tipo de cultivos y la producción de alimentos. No obstante, estas moléculas actúan como biocidas y sus formulaciones impactan en la naturaleza y al hombre.
Se ha demostrado que los polinizadores pueden ponerse en contacto con los plaguicidas de varias maneras, por sus alimentos como el néctar, el polen y el agua, incluida el agua exudada por las plantas y mientras vuela a través de partículas de polvo y rocío o químicos volátiles diluidos en el aire, el suelo, las hojas y otros.
Particularmente en lo que respecta a glifosato, Argentina, EEUU y Brasil aplican el 80% del total mundial de este herbicida. Como consecuencia, existen evidencias sobre el estatus de ubicuidad alcanzado por este compuesto en nuestro país.
“Desde Santa Fe, más de 120 productores apícolas del centro-norte de la provincia, logramos llegar a los mercados más exigentes de exportación de miel como Japón, Estados Unidos o Europa. Es un desafío seguir avanzando y diferenciándose”, remarcó Norberto Gugliotta de COSAR.
Para atender a los requisitos de calidad e inocuidad es necesario revisar y actualizar los protocolos existentes, sostuvieron desde la Cooperativa. Sin embargo, y focalizados en el problema de la limpieza por residuos químicos, cabe remarcar la gran dificultad que presenta la adopción de soluciones que eliminen o minimicen la problemática.
Tiene serias limitaciones para manejar la actividad agrícola en el entorno del apiario, la flora natural, las malezas, y los cultivos a los cuales acceden las abejas, las variaciones climáticas, etc. Además, se suma la escasez de conocimientos a nivel local y global, de muchos de los fenómenos relacionados con el transporte y la distribución de los plaguicidas en el ambiente y más específicamente en la colmena.
De ésta forma, a través de este proyecto se propone el rediseño de la cadena y actualización de protocolos a lo largo de toda la cadena de valor, con especial foco en la recolección realizado por los apicultores que componen la cooperativa, de manera de minimizar y/o eliminar las condiciones que afectan la calidad de la miel. Para ello es necesario la expertise que pueda aportar el Grupo de I+D de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, experto en la temática de contaminantes y mejora de procesos, así como la incorporación de TIC’s propuesta por la empresa, de manera de mejorar las condiciones de trazabilidad (principal fuerte de COSAR) y de información desde la colmena.
En cuanto al financiamiento provincial en ciencia y tecnología que permitirá realizar alguna de esas mejoras, Gugliotta sostuvo: “Organizaciones como la nuestra necesitan del apoyo del Estado y es algo sobre lo que se necesita invertir, sobre todo con miras a los próximos años”.