La NOAA pronosticó que habrá entre 15 y 21 tormentas con nombre, en lugar de entre 13 y 20 como había dicho en mayo. El número de huracanes, añadió, probablemente oscilará entre siete y 10 y no entre seis y 10 como esperaba antes.
Las probabilidades de una temporada de huracanes superior al promedio aumentaron de 60% a 65%, con una probabilidad de 15% de que las tormentas superarán la lista de 21 nombres que lo meteorólogos tienen a mano.
El año pasado hubo un récord de 30 tormentas, tantas que al final los meteorólogos tuvieron que usar letras griegas para agregarlas a su lista.
La disminución de vientos altos cruzados, las temperaturas marinas más alta, el aumento de las lluvias en África, el enfriamiento de las aguas en el Pacífico y una tendencia generalizada de más tormentas desde 1995 explican en parte que haya una temporada más agitada, precisó el meteorólogo Matthew Rosencrans.
La Universidad Estatal de Colorado, pionera en pronósticos de huracanes, también aumentó el mes pasado la cantidad de tormentas previstas para este año.
A inicios de julio, la tormenta tropical Elsa fue la quinta tormenta nombrada más temprana desde que se tienen registros, superando la marca del año pasado. Elsa se formó en el este del Caribe y los registros muestran que cuando se forman tormentas en esa zona en junio o julio las temporadas de huracanes suelen ser más accidentadas, explicó Rosencrans.
Fuente: AP