Ayer por la tarde, el personal a cargo de arriar las bandera colocadas en el acceso sur a San Javier, detectó que se habían llevado el pabellón provincial, de uno de los mástiles ubicados en la obra.
El tema genera preocupación pues más allá de la cuestión económica, representa una falta de respeto hacia nuestros símbolos pero también, un feo mensaje en relación al cuidado de nuestro patrimonio.
Por tal motivo se apela a la buena conducta y a la concientización, pues este tipo de lugares son la carta de presentación y quizás, una de las vidrieras de los ingresos y egresos para quienes nos visitan.