Al referirse a esta obra inaugurada, Fernándo Vázquez sostuvo: "Estamos muy contentos de estar hoy aquí para inaugurar una obra tan esperada, que queríamos inaugurarla el 3 de diciembre ya que para todos los Sanjavierinos es una fecha muy especial, para quienes tenemos sangre Mocoví y para que aquellos que no es una fecha que nos une y nos hermana en comunidad. Esto en lo que tenemos que hacer, es época de hermandad, esta obra representa la cosmovisión del Mocoví". "Cuando en el último Malón se hablaba que las balas serían de barro, para la comunidad Mocoví significa otra cosa que nos convertiríamos en barro, nos hicimos barro, nos hicimos parte de la tierra y hoy poder renacer, eso es lo que simboliza en nuestra cultura" remarcó Vázquez.
"Esperamos les guste a ustedes y al resto de la comunidad, agradecemos a la Secretaría de Cultura que nos dio la posibilidad de plasmar algo que esta a la vista de todos en un lugar emblemático de San Javier donde nos visitan los turistas continuamente". "Agradecemos a la Secretaría de Obras y Servicios Públicos y a quiénes estuvieron trabajando para acondicionar el espacio, esperamos que en este año de cambio podamos encontrarnos en comunidad" finalizó uno de los creadores de "Calishim".
Exhibición del monumento restaurado a Pedro Candioti
Acto seguido, los presentes se dirigieron hacia el monolito que homenajea a Pedro Candioti y en ese marco, el Intendente Migno sostuvo:"Cumplimos el objetivo de rescatar la historia de Pedro Candioti, aquí hace un tiempo, unos años hicimos un encuentro y vinieron los familiares de Candioti hicimos una reconstrucción de ese proceso histórico de Pedro y de lo significativo que fue para San Javier". A la vez que remarcó: "Hoy ha plagado de noticias pero el nado de Candioti fue una noticia que se siguió permanentemente y dejo plantado a San Javier por el hecho que de acá inicio esa travesía tan dura y que marcó lo que él era, un hombre con mucho tesón, valioso, comprometido, un hombre culto". "Aquí lo tenemos a Pedro hemos rescatado ese monolito, que cuando éramos chicos lo veíamos del otro lado y esto va a dar la posibilidad de que en el futuro se pongan otras placas conmemorativas de Candioti o de algún tipo de evento protagonizado por nadadores de San Javier" explicó el funcionario local.
Pedro Antonio Candioti (n. Santa Fe, Argentina, 24 de julio de 1893 - 20 de diciembre de 1967) fue un nadador argentino que pasó a la historia como campeón mundial de permanencia en aguas abiertas, cumpliendo raids de hasta 100 h de nado ininterrumpido. Se lo conoció como "El Tiburón del Quillá". Para la revista estadounidense Time fue "The Shark of Quillá Creek".
Las estadísticas deportivas de "El Tiburón del Quillá" fueron llevadas por Domingo Pallavidini, amigo y colaborador de Candioti en muchas de sus pruebas.
Las estadísticas de Pallavidini se inician el 20 de abril de 1916 y registran las 64 pruebas realizadas por Candioti en los 30 años que le siguieron. Las primeras pruebas que fueron fiscalizadas y que corresponden al registro oficial, son a partir de 1922, lo que muestra que los primeros raids no fueron tomados en serio ni por el propio Candioti.
De todas las marcas registradas oficialmente podemos señalar los siguientes datos: entre 4 y el 5 de marzo de 1922 hizo 75 km desde Santa Fe a lago Coronda en 13 h y 34 min . Al año siguiente, del 17 al 18 de febrero, obtuvo el título de Campeón Mundial cuando nadó los 104 km que hay de Santa Fe a Puerto Aragón (provincia de Santa Fe), en 26 h y 1 minuto. En 1924 intentó el cruce del río de la Plata, nadando desde la Colonia a km 37, donde debió abandonar debido a las malas condiciones climáticas, cubriendo 29,5 km en 14 h 3 minutos. Entre el 21 y el 25 de febrero de 1925 unió Santa Fe con Rosario en 35 h, 2 min, superando por casi 9 h la marca del campeón mundial Sullivan en esos 168 km.
Entre los últimos años de la década del ’20 realiza otras proezas, pero es el año de 1930 en el cual, según su biógrafo Estol, la figura de Candioti se consolida.
Entre el 14 al 17 de marzo de 1930 realiza el raid Goya-Santa Fe, de 390 km, en 66 h, 15 minutos.
Al año siguiente, desde el 12 al 15 de marzo realiza la primera tentativa de unir Santa Fe con Buenos Aires, que finaliza en Puerto Alsina después de haber recorrido 345 km en 71 h 55 minutos.
El segundo intento lo llevó a cabo entre el 27 de febrero y el 1 de marzo de 1932, terminando en la desembocadura del río Gualeguay, con un recorrido de 355 km en 61 h 45 minutos.
Entre el 20 y el 24 de febrero de 1935 ejecuta el tercer raid que esta vez finaliza en Zárate, después de 381 km y 87 h, 19 minutos.
El cuarto raid se realiza del 21 al 24 de febrero de 1936 y finaliza en la boca del río Baradero, después de recorrer 305 km en 65 h, 35 minutos.
A partir de 1940 el proyecto de llegar a Buenos Aires nadando cambia de lugar de partida y comienza a organizar la unión de las ciudades de Rosario y Buenos Aires, unión que consigue realizar en el raid del 13 al 16 de marzo de 1946, después de nadar 75 h 18 min y de recorrer 318 km. La idea original era la de llegar a Puerto Nuevo pero fue retirado a la altura de la cancha de River en el barrio de Núñez.
Entre el 19 y el 23 de febrero de 1939, Pedro Candioti llevó a cabo la proeza que le otorgaría la fama mundial y el reconocimiento por el que aun hoy se lo recuerda; con 46 años de edad, unió las ciudades de San Javier y Santa Fe nadando durante 100 h y 33 minutos logrando marcar el récord mundial de permanencia en aguas abiertas.
El 18 de febrero partió el barco Francisco Chimino, de 20 toneladas, con la tripulación que lo acompañaría en su travesía, desde el embarcadero que tenía el club El Quillá, en el Riacho Santa Fe. Candioti había salido antes en auto hacia San Javier, donde se alojó en el Hotel Internacional.
El 19 era el día estipulado para la largada. Amaneció lluvioso y se debió posponer la partida. Los miembros de la comisión directiva de El Quillá se reunieron entonces y acordaron con el director del raid largar a las 10 de la mañana, esperando que a esa hora hubiera parado de llover. Una vez que la lluvia se detuvo Candioti se tiró al agua desde el boulevard de San Javier (al año 2009 se llama Boulevard Pedro A. Candioti, en su honor). El barco partió luego de abastecerse y lo alcanzó algunas horas más tarde.
Por la noche, con el Francisco Chimino paraba su motor, y Candioti era acompañado con canciones y gritos de aliento mientras tomaba mate cocido caliente.
Una noche, desorientado el guía, comenzaron a marchar perdidos pero después de idas y vueltas de Candioti, que llegaba a nadar hasta una hora contra la corriente, se dieron cuenta de que estaban bien orientados y que el río, que se había desbordado por la lluvia, se había convertido en una gran laguna.
Más tarde entraron en el arroyo Cayastá. Al poco tiempo llegaron a la laguna La Cortada y siguieron hasta la localidad de Cayastá. Al tercer era posible ya avistar las barrancas de Entre Ríos.
En la cuarta noche sin dormir de Candioti fue necesario darle café para reanimarlo.
A la madrugada del 23 de febrero entraron en Colastiné y, a las 4 de la madrugada, Candioti llegó a las 90 horas de nado superando su mejor marca que era de 87 h .
Desde ese momento, todo el barco que lo acompañaba fue ruido y música para animar al nadador para que no se durmiera. Hasta llegaron a tocarle el Himno Nacional con una armónica. Candioti seguía casi inconsciente. Tiempo después, en una lancha, llegó desde Santa Fe su hijo Julio, quien se arrojó al agua y lo alentó al grito de "¡Vamos papá!"
Las 96 horas ininterrumpidas de nado se cumplieron a la altura del riacho Santa Fe, igualando el récord mundial que tenía el norteamericano Morris Kella desde 1931.
La sirena del barco Francisco Chimino anunció las 100 horas de nado. La proeza terminaría 33 minutos más tarde cuando Candioti llegó al Club de Regatas de Santa Fe, lugar que había elegido él mismo para finalizar su raid, saliendo del agua por sus propios medios. Allí fue recibido por el gobernador Manuel María de Iriondo y toda la ciudad de Santa Fe.
(Con información de Wikipedia)