31 de julio de 2020

SE RENUEVA LA COSTUMBRE DE TOMAR CAÑA CON RUDA


Agosto llega con la celebración de la Pachamama, la madre tierra, la más popular de las creencias de los pueblo originarios de América Latina. Hay un forma de honrarla y es tomando caña con ruda. A la vez, espantar los males del invierno para conservar la buena salud. 

El ritual de la caña con ruda proviene de los guaraníes, que utilizaban esta planta para la medicina, especialmente contra los parásitos, malestares estomacales y la irritación de picaduras de bichos. Pero más allá de sus propiedades medicinales, con el paso del tiempo la ingesta de la caña con ruda se convirtió en una suerte de conjuro contra las malas ondas, la envidia ajena y la mala suerte.

Se practica el ritual como una prevención a los males que el mes acarrea y se alejan los maleficios. Rodeada de innumerables frases sentenciosas (“Julio los prepara y agosto se los lleva”, “Caña con ruda, contra el mal ayuda”, “Más vale emborracharse que morirse”), la costumbre se ha vuelto inquebrantable y, verdadero o falso, en algunos lugares el rito no se discute.

En cuanto a la caña con ruda, se prepara con anticipación para que macere: se compra una botella de caña, se echan dentro algunas hojas de ruda, se la cierra y se la guarda. Llegado el momento, se la sirve a los seres queridos para que tengan un buen año.

Tomar caña con ruda es una tradición de origen guaraní y surge de considerar a este mes como el de las enfermedades y los males y está basada en que los guaraníes utilizaban dicha planta con fines curativos. Y entre todos sus misterios, se le atribuyen virtudes de lo más heterogéneas: efectivo contra el mal de ojo, los parásitos, la gripe y la mala onda.

Lo importante a tener en cuenta no es la caña, sino la ruda, que debe ser macho. ¿Cómo saber qué ruda es macho? Los caracteres populares considerados para efectuar esta clasificación son: el tamaño de la planta, de las hojas y la intensidad de su aroma. Se considera “ruda macho” al arbusto de mayor porte, con hojas más grandes y mayor intensidad en su aroma.

Se debe dejar macerar la ruda dentro de una botella de caña por 1 mes. Generalmente se prepara el 1º de julio para poder beberla el 1º de agosto, aunque también se puede guardar hasta por 1 año, por lo que la caña con ruda del primero de agosto puede usarse el próximo año. Para que no sea tan fuerte, se puede preparar unos días antes, y agregar a la botella cascaritas de naranja y un chorrito de miel.

Existen varias creencias. Hay quienes aseguran que basta beber tres cucharaditas en ayunas, o tres pequeños sorbos, o siete pequeños sorbos, o un buen vasito para degustar con paciencia, o unas copitas sabiamente distribuidas a lo largo del día, que deben engullirse de un puro saque. Por tanto, dependerá de cómo lo tomen amigos, familiares o como se quiera en lo personal. Lo importante es tomar al menos un traguito.