En la jornada del domingo 3 de
noviembre 2019 un guía de pesca de nuestra ciudad,
Alberto Saba acompañado por Alvaro Caffaratti, habrían
hallado en aguas del Río San Javier los restos óseos perteneciente a lo
que sería un Yaguareté. Un tipo de animal que habito grandes regiones de
nuestra zona y que hoy se encontraría en estado casi de extinción.
El hallazgo se produjo cuando los mencionados se encontraban sobre su lancha en la cual utilizaban para la pesca, en zona de Islas a unos 15 kilómetros al sur de la ciudad de San Javier. Según la información recogida por estas personas las medidas los restos óseos encontrados serían de unos 6 cm entre los dientes frontales de la mandíbula, tendría unos 15 cm de ancho, mientras que el largo del fósil fue estimado en unos 17 cm. Los huesos hallados se encuentran en muy buen estado y podría haber pertenecido a un animal joven, debido a que las dentaduras encontradas están casi intactas de no ser por dos dientes frontales que debería tener entre los dos colmillos delanteros y que parecieran haberse desprendido.
El hallazgo se produjo cuando los mencionados se encontraban sobre su lancha en la cual utilizaban para la pesca, en zona de Islas a unos 15 kilómetros al sur de la ciudad de San Javier. Según la información recogida por estas personas las medidas los restos óseos encontrados serían de unos 6 cm entre los dientes frontales de la mandíbula, tendría unos 15 cm de ancho, mientras que el largo del fósil fue estimado en unos 17 cm. Los huesos hallados se encuentran en muy buen estado y podría haber pertenecido a un animal joven, debido a que las dentaduras encontradas están casi intactas de no ser por dos dientes frontales que debería tener entre los dos colmillos delanteros y que parecieran haberse desprendido.
El sorprendente hallazgo se produjo cuando los pescadores estaban en plena
actividad en aguas del Río San Javier y los restos óseos del probable Yaguarete
habrían quedado enganchados en el anzuelo del reel que tenían los hombres que
pescaban. Para poder determinar la veracidad de este ejemplar se deberían
realizar las pruebas y exámenes correspondientes debido a que se trata de un
animal que según los expertos es poco probable ver en la actualidad en nuestra
zona y eso le agregaría un valor histórico diferente.
Según Felinos de Argentina, su nombre científico
es: Panthera onca, se encuentra en cuanto a la conservación en Argentina en
peligro crítico y su estado de conservación a nivel internacional es casi
amenazado. En Argentina el Yaguareté se encuentra protegido en el Parque Provincial
Laguna Pintascayo, Parque Nacional Baritú, Reserva Nacional El Nogalar de Los
Toldos y Reserva Nacional General Pizarro (Salta), Parque Nacional Calilegua y
Reserva Provincial Natural Las Lancitas (Jujuy), Parque Nacional Copo y Reserva
y Parque Provincial Copo (Santiago del Estero), Parque Provincial Loro Hablador
(Chaco), Parque Nacional El Impenetrable (Chaco) y Parque Nacional Río
Pilcomayo (Formosa), Parque Nacional Iguazú, Reserva Natural de la Defensa
Puerto Península, Parque Provincial Puerto Península, Parque Provincial Yacuy,
Parque Provincial Urugua-í, Parque Provincial Horacio Foerster, Parque
Provincial Caá-Yarí, Parque Provincial Roberto Cametti, Parque Provincial
Uruzú, Parque Provincial Valle del Cuñá Pirú, Parque Provincial Salto Encantado,
Reserva de Bíosfera Yabotí, Paisaje Protegido Provincial Lago Urugua-í y
Monumento Natural Provincial Isla Palacio (Misiones).
Principales amenazas
Destrucción o modificación de ambientes por expansión de frontera agrícola y
ganadera. Reducción de presas por caza por parte del hombre. Caza en
represalia por ataques al ganado. Atropellamientos en ruta. Tamaño y
apariencia
El Yaguareté es el felino más grande de América y el tercero del mundo.
Mide entre 150 y 170 cm de largo, más 80 cm aproximadamente que mide la cola, con una altura de entre 65 a 80 cm hasta la cruz y un peso de entre 70 y 90 kg, aunque puede llegar a pesar hasta 135 kg. Tiene una apariencia similar al leopardo (Panthera pardus) pero de mayor tamaño, más pesado y macizo, con la cabeza más robusta y la cola más corta. La coloración del pelaje varía entre el amarillo y el bayo fuerte en el lomo, aclarándose hasta volverse blanco en las partes inferiores, garganta y contorno de la boca, con algunas manchas oscuras.
Sobre ese color tiene manchas en forma de rosetas, similares a las del leopardo, pero las del Yaguareté tienen un patrón diferente. También pueden tener uno o más puntos en el interior de las manchas más grandes, lo que sirve para diferenciarlos. Existen Yaguaretés negros (melánicos) que tienen manchas color negro brillante sobre un fondo negro opaco. Los ejemplares albinos son muy raros.
Comportamiento
El Yaguareté es un predador solitario y territorial, que puede estar activo tanto de día como de noche. Es un gran caminador y un excelente nadador, pudiendo cruzar ríos caudalosos y hasta cazar peces y lagartos. Es el único felino que al cazar muerde a sus presas en el cráneo, usando su gran cabeza y sus robustos caninos.
El Yaguareté es el máximo predador de América, por lo que se alimenta de casi todas las especies que conviven en su hábitat. Entre sus presas se incluyen a los tapires, carpinchos, pecaríes, corzuelas, armadillos, pacas, acutíes, monos, yacarés, serpientes, tortugas, aves y hasta ocasionalmente come algún fruto.
El territorio de cada individuo puede variar según la disponibilidad de presas, llegando a ocupar 300 kilómetros cuadrados. Los machos tienen territorios mayores que las hembras, y es común que territorios de machos y hembras se superpongan.
La época reproductiva se puede dar durante todo el año, prefiriendo las estaciones cálidas. El período de gestación es de 90 a 110 días, tras los cuales dan a luz una camada de 1 a 3 cachorros. Hasta los 3 meses solo amamantan, y entre los 3 y los 6 meses su dieta pasa a ser exclusivamente carnívora.
La madurez sexual es entre los 2 y 3 años en las hembras y entre los 3 y 4 años en los machos, momento en el que se separan de los padres y buscan nuevos territorios.
Habitat y distribución
El Yaguareté vive en selvas tropicales y subtropicales, selvas de montaña, zonas pantanosas de inundación estacional, sabanas y praderas secas y bosques hasta los 2700 metros de altura. Está estrechamente relacionado con el agua y a menudo prefiere vivir al lado de ríos, pantanales y selvas densas con mucha vegetación que le permiten asediar a sus presas.
En el pasado también habitaba desiertos, pajonales y pastizales abiertos. Perdió terreno más rápidamente en las regiones más secas, como la pampa Argentina o las praderas áridas de México y el suroeste de los Estados Unidos.
Su distribución geográfica abarca desde el sur de México hasta el extremo norte de Argentina, en forma discontinuada. Hasta comienzos del siglo xx se extendía desde el sur de los Estados Unidos hasta el norte de la Patagonia Argentina, pero actualmente ha desaparecido de los Estados Unidos, El Salvador, Uruguay, la franja costera de Brasil y la mayor parte de Argentina.
Actualmente en Argentina su área de distribución se redujo a las provincias de Misiones, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Chaco y Formosa.
Situación
Se estima que actualmente que ocupa sólo un 46 % de lo que fuera su distribución histórica a nivel mundial, y en Argentina solo el 5%. La pérdida de su hábitat, producto de la deforestación, la caza furtiva por su piel (en menor medida) y la persecución de los ganaderos que lo matan por considerarlo una amenaza para el ganado, así como la caza furtiva sobre sus presas, son los principales problemas que hoy enfrenta y que ocasionaron su desaparición en amplias zonas de su distribución original.
Si bien en muchos países está legalmente protegido, en varios lugares sólo quedan poblaciones reducidas y aisladas, como ocurre por ejemplo en Argentina, donde su situación es crítica. En Argentina es una especie protegida y se encuentra en PELIGRO CRÍTICO de extinción, esto significa que de no modificarse ciertas amenazas que enfrenta actualmente, podría extinguirse en los próximos años.
Actualmente el área de extensión del Yaguareté en la Argentina abarca 5% de su distribución histórica. Y se estima que quedan menos de 250 individuos, se calculan unos 120-150 ejemplares en las yungas, alrededor de 20 en la zona chaqueña y 70-90 en la selva misionera.
El Yaguareté es una de las pocas especies de la fauna argentina que ha sido declarada como Monumento Natural Nacional por la Ley Nº25.463 del año 2001. Esta ley establece que la Administración de Parques Nacionales y la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación deben desarrollar e implementar un plan de manejo que asegure su supervivencia en el territorio nacional. Además es Monumento Natural Provincial en Chaco, Salta y en Misiones. Esta última provincia fue pionera en reconocerlo como tal en 1988.