Durante la
mañana de este miércoles 2 de octubre de 2019, se realizó en el Centro Integrador
Comunitario de San Javier el curso y taller denominado “Plumbemia: síntomas,
diagnóstico y tratamiento bajo el paradigma Una Salud. Entre los disertantes se
encuentran presentes la Ingeniero Ambiental Ayelén Muchiutti, con el tema Salud
ecosistémica: el plomo en los ambientes de San Javier. La Dra. Elda Cargnel jefa de la Unidad de Toxicología Del
Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez” de Buenos Aires y también la Veterinaria Andrea
Caselli, que expuso sobre la Salud de la Fauna: redes de trabajo y el valor de
comunicar los hallazgos. Además, el cierre de esta capacitación estuvo a cargo de
la Médica Pediatra Dra. del Hospital de Niños de Santa Fe Marta Wagener, con el
tema Salud infantil, alimentación y medioambiente.
En primer lugar, la Ingeniero Ambiental Ayelén Muchiutti sostuvo: “Gracias por estar presentes y dejarnos difundir la actividad de hoy que es una actividad interinstitucional porque están participando la Secretaría de la Producción de la Municipalidad de San Javier como el Hospital Gutiérrez, el Hospital de Niños “Orlando Alassia”, el Hospital de la Universidad del Centro de la provincia de Buenos Aires” mencionó. A la vez que indicó: “Estamos todos tratando un tema muy local que tiene que ver con el impacto del plomo y derivados de la actividad cinegética”. “Es decir de la casa de los ambientes naturales de San Javier de las zonas de alrededor” sostuvo. Además, Muchiutti expresó: “Desde el proyecto del programa de conservación comunitaria del territorio se trata este tema en los ambientes de la zona y sobre todo el impacto en la salud de las personas de San Javier la idea de hoy es reunir a estas personas que saben mucho de este tema para poder empezar a poner luz sobre el tema del plomo” aclaró.
En primer lugar, la Ingeniero Ambiental Ayelén Muchiutti sostuvo: “Gracias por estar presentes y dejarnos difundir la actividad de hoy que es una actividad interinstitucional porque están participando la Secretaría de la Producción de la Municipalidad de San Javier como el Hospital Gutiérrez, el Hospital de Niños “Orlando Alassia”, el Hospital de la Universidad del Centro de la provincia de Buenos Aires” mencionó. A la vez que indicó: “Estamos todos tratando un tema muy local que tiene que ver con el impacto del plomo y derivados de la actividad cinegética”. “Es decir de la casa de los ambientes naturales de San Javier de las zonas de alrededor” sostuvo. Además, Muchiutti expresó: “Desde el proyecto del programa de conservación comunitaria del territorio se trata este tema en los ambientes de la zona y sobre todo el impacto en la salud de las personas de San Javier la idea de hoy es reunir a estas personas que saben mucho de este tema para poder empezar a poner luz sobre el tema del plomo” aclaró.
El plomo afecta el sistema nervioso central
Por su lado, la Veterinaria
Andrea Caselli quien realiza estudios sobre la presencia del plomo en ambientes
dijo: “Podemos decir que el ambiente y los
contaminantes alimentarios influye muchísimo en la contaminación infantil
efectivamente nosotros estamos desde hace unos 10 años casi realizando las
investigaciones de plomo en ambiente y en fauna silvestre y ahora estamos
convencidos de que según este paradigma en el cual estamos, si el ambiente está
contaminado y la fauna como los alimentos, las personas también podemos padecer
problemas relacionados a la salud”. En el mismo sentido añadió: “Las investigaciones
originales tienen que ver con la fauna y el ambiente y ahora sí hicimos los
primeros estudios exploratorios aquí en San Javier que continúan de la mano de
Pediatría y Toxicología del Hospital Gutiérrez en cuanto a los síntomas y el
diagnóstico” aseguró.
En tanto que al ser consultada por los alarmantes que hay que tener en
cuenta consideró que: “Lo primero que uno tiene que considerar es que la
información a nivel mundial es mucha y que estamos seguros que el plomo y otros
derivados están presentes y son agresores a la salud cuando uno conoce y
comprende esto empieza a informar a los agentes de salud y lo primero es que si
hay una infección porque consumimos metales pesados la enfermedad va estar”. “Puede
ser silenciosa, puede ser asintomática y puede ser por un consumo crónico en
bajas dosis”. “Me parece que lo bueno es seguir trabajando con los agentes de
salud para que comprendan que si hay problemas digestivos, de atención en los
niños porque también afecta el sistema nervioso central tenemos que ir
comprendiendo que la dieta es lo que determina el estado de salud” sostuvo Caselli.
El medio ambiente influye en esto con el feto en desarrollo
Por otro lado, se consultó a las profesionales sobre las malformaciones
congénitas que puede provocar la contaminación con plomo y expresaron: “Las malformaciones
congénitas son consecuencias de múltiples causas en pediatría y obviamente las
enfermedades medioambientales también están vinculadas”. “Hay otras que son
específicas que son de origen genético y están determinadas por genes paternos”
aclararon. Así mismo, Castelli señaló: “El medio ambiente influye en esto con el
feto en desarrollo y pueden afectar seguramente el desarrollo fetal pero
también los contaminantes ambientales afectan a los niños, al bebé que está amamantándose
con la leche de madre, afectando fundamentalmente su desarrollo cognitivo”. “De
hecho quisiera decir que nuestra idea es que motivados por esta instancia de
estudios que estamos realizando en la universidad del Centro de Buenos Aires
queremos seguir trabajando en esta línea y poder investigar si realmente los
contaminantes ambientales específicamente el plomo están afectando la salud
infantil” remarcó la Veterinaria. A lo que añadió: “Y de qué manera se lo está
haciendo y por supuesto devolverle a la comunidad ese concepto y poder después
tomar las medidas preventivas que corresponden”. “Ese es el motivo por el cual
hoy estamos acá” dijo.
El plomo está en el ambiente
En cuanto a los espacios geográficos más afectados por el plomo comentaron
que los estudios comenzaron a estudiarse en Santa Fe y después se avanzó a la
provincia de Corrientes. “También hicimos estudios exploratorios en la
provincia de Buenos Aires, los artículos están publicados y figuran en la
página: Custodios del territorio punto Unicen.edu.ar ahí están los resultados
de esto” mencionaron. Al tiempo que recordaron que según esos estudios: “En
síntesis puedo decir es que en caso de la fauna entre el 98 y el 100% de los
patos estudiados tenían plumón en los huesos”. “Eso quiere decir que hay un problema crónico
porque el plomo se deposita en huesos en cronicidad”. Además, explicó que. “Esta
información que primero la teníamos a nivel mundial también lo tenemos en
nuestro país, son 9 provincias en nuestro territorio que realizan caza y si
sabemos que hace 20 años se deposita el plomo en el ambiente y una munición tarda
entre 30 y 300 años en disolverse, el
plomo está en el ambiente”,
“Esto no es un mito” dijo la Dra. Castelli y amplió: “Hay estudios que
muestran el problema”. “Nuestro principal objetivo es trabajar los Red
positivamente no discutiendo ni peleando sino mostrando que el problema está y
que tenemos que resolverlo entre todos y también hay alternativas para el turismo
de avistaje y cinegético”. “El tema es el ordenamiento territorial y el
cumplimiento de las normativas” Remarcó.
Prevención
hacia los más pequeños
Por último, la
Dra. Elda Cargnel jefa de la Unidad de
Toxicología Del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez” de Buenos Aires habló
sobre los síntomas de las personas contaminadas por plomo y dijo: “El plomo es un metal muy ubicuo y aprovecha el espacio
que le dejan otros metales para meterse en nuestro organismo hay poblaciones
más vulnerables y entre ellas la infantil”. “Los síntomas son muy variados y
polimorfos como por ejemplo el cólico Saturnino hasta alteraciones a nivel
cognitivos en niños más pequeños, porque
el plomo en los niños más pequeños permanece en sangre mucho más tiempo y
aprovecha para entrar en el sistema nervioso central ocasionando muchas veces
los problemas de tipo cognitivo que pasan desapercibidos pero que se reflejan
por allí en la escolaridad tanto durante la primaria y tardíamente en la
adolescencia”. A su vez mencionó que: “El plomo se deposita en un lugar del
hueso y al iniciarse los movimientos de
crecimiento eso se intercambia y sale a la sangre y comienza a generar síntomas
como dolores abdominales e incluso hasta tener la sospecha por un chico que no
progresa en la escolaridad” señaló Cargnel.
Para concluir
la Dra. Elda Cargnel remarcó que: “También hemos tenido chicos con anemia o también
ruptura de los glóbulos rojos y hasta casos más graves como intoxicaciones
donde el plomo se incorpora a través de estar viviendo en un lugar contaminado
con baterías como las ciudades grandes”. “O que hayan vivido en casas que
antiguamente eran fábricas de baterías”. Además mencionó como síntomas “hasta
convulsiones graves o encefalopatías son casos muy graves y con grandes
cantidades de plomo” dijo. “Lo tenemos que detectar es en los más pequeños
donde es corregible y se pueden tomar acciones de tipo preventivo” finalizó.
Plumbemia
Efectos gastrointestinales
Aparecen en ambos tipos de
intoxicación. Cursa con un cuadro agudo gastrointestinal, con abundantes
vómitos, dolor abdominal, heces negras y estreñimiento. Pueden desarrollarse
cólicos difusos en ocasiones muy dolorosos.
Efectos neurológicos,
neuroconductuales y sobre el desarrollo de los niños
El plomo afecta a la sincronización
de las conexiones intercelulares durante el desarrollo, alterando de esta
manera el sistema de circuitos neuronales. También promueve la diferenciación
precoz de la neuroglía y modifica las concentraciones de algunos
neurotransmisores, principalmente de adrenalina y noradrenalina.
Otro mecanismo de acción tóxica del
plomo es la alteración de la homeostasis del calcio y de su captación por los
canales de calcio de la membrana. Además el plomo es capaz de disminuir la
producción de energía necesaria para llevar a cabo las funciones del cerebro al
bloquear la entrada de calcio en las terminales nerviosas, inhibiendo su
entrada en las mitocondrias. Una manifestación clásica del saturnismo crónico
es la neuropatía periférica en la cual destacan síntomas como el pie caído y la
mano péndula.
Los primeros síntomas de la
encefalopatía saturnina consisten en letargo, vómitos, irritabilidad, anorexia
y vértigos, seguidas de una ataxia y de una bajada del nivel de consciencia,
que en los casos más graves puede evolucionar hacia el coma y la muerte. La
recuperación se acompaña de secuelas como epilepsia, retraso mental, neuropatía
óptica y ceguera.
Los mejores indicadores de estos
efectos son índices de desarrollo mental, como la escala Bayley para lactantes,
y las determinaciones del coeficiente intelectual. En el segundo año de vida
los niños pueden manifestar defectos del lenguaje. Durante la infancia y
adolescencia se producen trastornos por déficit de atención e hiperactividad
(TDAH) y alteración a la capacidad de lectura, y en los adultos se ha
relacionado el umbral auditivo y las concentraciones sanguíneas de plomo.
Efectos hematológicos
Uno de los efectos más habituales de
la intoxicación por plomo es la anemia. Es importante conocer que el plomo es
un metal que se acumula de manera característica en el estroma de los
eritrocitos. La anemia se debe a dos alteraciones básicas: un acortamiento de
la vida de los eritrocitos y un trastorno de la síntesis del grupo hemo. El
mecanismo de toxicidad consiste en la capacidad del plomo para inhibir a la
deshidratasa del ácido δ-aminolevulínico (ALA-D) lo que produce una disminución
de la actividad de la ferroquelatasa, enzima que cataliza la incorporación del
ión ferroso a la estructura anular de la porfirina. Todo ello da lugar a la
disminución de la formación del grupo hemo de la hemoglobina.
Efectos tóxicos renales
La nefrotoxicidad aguda del plomo
provoca alteraciones en la función y forma del túbulo proximal. Como
consecuencia se ve alterado el transporte dependiente de energía, lo que da
lugar a aminoaciduria, glucosuria y alteraciones iónicas en la orina.
Otros efectos tóxicos
El plomo provoca hipertensión
arterial porque afecta a la renina plasmática y a la calicreína urinaria,
altera las células del músculo liso vascular y modifica la sensibilidad a
catecolaminas. Además tiene efectos sobre el sistema inmunitario, ya que actúa
como inmunosupresor, disminuyendo las inmunoglobulinas y los linfocitos B
principalmente.
También compite con el calcio en la
absorción digestiva, provocando una disminución en sus niveles plasmáticos.
Además durante mucho tiempo se ha asociado el plomo a esterilidad y a muerte
neonatal.
Por último es importante destacar que
el plomo es un metal carcinógeno y que su exposición laboral se asocia a cáncer
de pulmón, vejiga y cerebro.
Tratamiento de la intoxicación por
plomo
El tratamiento consiste en la
retirada inmediata de la fuente de exposición, tratamiento sintomático de los
cuadros más graves y eliminación del plomo con un agente quelante. Se suele
emplear inicialmente el edetato de Na2-Ca, solo o en combinación con dimercaprol,
seguidos de D-penicilamina en caso de ser necesaria una terapia de
mantenimiento.
El edetato cálcico disódico es el más
empleado porque produce una rápida desaparición de los cólicos abdominales y de
la paresia. Una vez introducido en el organismo, dada su característica de
quelar iones bivalentes y trivalentes se une al calcio y produce hipocalcemia.
Sin embargo se utiliza para la quelación de metales que muestran más afinidad
por el EDTA (ácido etilendiaminotetraacético) que el calcio, como es el caso
del plomo, en cuya intoxicación su eficacia es máxima.
Fuentes intoxicantes
Utensilios de barro vidriado.
Pinturas de paredes, casas, puertas y
ventanas a base de plomo.
Emanaciones tóxicas de fábricas y
talleres. La inadecuada manipulación del plomo como recurso para la fabricación
de objetos de plástico, cerámicas, municiones, baterías, etc, así como la
acumulación del mineral sin el debido cuidado.
Plomo en la pintura utilizada en
algunos juguetes.
Emanaciones que desprenden los
vehículos cuyos combustibles contienen plomo.
Cromato de Pb (PbCrO4) usado en
insecticidas.
Cañerías o soldaduras de plomo por
las que fluye agua potable.
Latas de conservas selladas con
plomo.
Plomo en el agua corriente.
Circuitos hidráulicos de cafeteras
antiguas "Sabatini".
Labiales mágicos, especialmente los
marroquíes (la presentación viene en distintos colores, pero todos tiñen en
gama de rojos a rosas).
Proyectiles de los cazadores (el
plomo se dispersa en el medio ambiente contaminando fuentes hídricas).
Plomadas utilizadas para pesca y
usadas como juguetes por los niños.
Ciertos productos ayurvédicos.
Baterías basadas en plomo.
Precintos para sellado de medidores
de agua y electricidad.
El plomo es un metal tóxico; su uso
extendido ha causado una extensa contaminación ambiental y problemas de salud
en muchas partes del mundo.
Es una sustancia que se acumula y
afecta a diversos sistemas del cuerpo: nervioso, hematológico,
gastrointestinal, cardiovascular y renal. Los niños son más vulnerables a los efectos
neurotóxicos del plomo; un nivel relativamente bajo de exposición puede causar
daños neurológicos graves —y en algunos casos, irreversibles.
Fuentes de
exposición
Las reducciones recientes del uso del
plomo en combustibles, pinturas, cañerías y soldaduras han dado lugar a una
importante disminución de los niveles de concentración de plomo en sangre entre
la población. Sin embargo, aún existen grandes fuentes de exposición,
especialmente en los países en desarrollo.
Reducir el
uso del plomo
Se necesitan otros esfuerzos para
continuar reduciendo el uso y la liberación de plomo y para limitar la
exposición ambiental y laboral, especialmente en el caso de niños y mujeres en
edad de procrear.
Entre las medidas se incluyen las
siguientes: eliminar los usos no esenciales del plomo (como en el caso de la
pintura), garantizar el reciclado seguro de los desechos que contienen plomo,
educar al público sobre la importancia de la eliminación adecuada de las
baterías y computadoras que contienen plomo-ácido, y supervisar los niveles de
plomo en sangre de niños, mujeres en edad de procrear y trabajadores.