Fue
suspendido por colaborar en la búsqueda de Agustina Imvinkelried. Ezequiel es empleado de una estación de
servicio ubicada en Ruta 6, recibió una sanción por mostrar las cámaras de
seguridad a la policía y a los familiares mientras se buscaba intensamente a la
joven.
Ezequiel
Schaab es un joven esperancino que
trabaja en la estación de servicio Shell ubicada sobre Ruta Provincial Nº 6.
Allí se encontraba realizando sus labores, cuando el domingo 13 de enero, un
familiar de Agustina Imvinkelried se presentó, desesperado, a
pedir ayuda. “Yo entré a los 14:00 horas del domingo y
después cae un familiar de Agustina a pedirme las cámaras. En ese momento, yo
no sabía la situación ni nada. Me contó lo que pasó, de que el único dato que
tenían era que la chica salió del boliche, se acercó a la estación y nadie la
vio”, comenzó relatando Ezequiel.
En ese momento me quedé helado. Al
contarme eso y la hora que era, lo primero que le digo es que sí,
que fuéramos a mirar las cámaras.
“Lo
primero que hago es agarrar el celular y llamar a los chicos de la mañana y
miro las cámaras en el lapso que me dan de tiempo en que había desparecido.
Vemos que no bajó en la estación y una auto que está en duda que tampoco bajó.
A los minutos cae la policía y yo accedo (a mostrarle el registro de las
cámaras). Es lo mínimo que podía hacer“, aseguró Ezequiel.
El joven relató que después continuó
llamando a sus compañeros del turno mañana “por si no habían visto algo” y que
también llamó a un camionero que pasó por la estación. “Le pregunté si no
había visto nada raro. El que conoce la estación sabe que nosotros estamos todo
el tiempo a esa oficina; hasta ahora no tenía llave nunca”, señaló.
El
lunes, mientras la ciudad se encontraba absolutamente conmovida tras conocerse
el femicidio de Agustina, Ezequiel se presentó a trabajar “y sentía un ambiente
raro hasta que pregunto qué había pasado. Me dicen que violé las normas,
que no tenía porqué ayudar“. Además, destacó que “nunca había tenido que
pedir permiso; a parte cuando los llamas un fin de semana no parecen. Era una
situación en que segundos pueden cambiar las cosas”, explicó.
No
obstante, los responsables del lugar le informaron que había “violado la entrada a la oficina y accedido al registro
fílmico sin permiso. En ese momento quedé helado porque es algo que
nosotros hacemos cotidianamente. Me dijeron que tengo pensar en frío… Yo tengo
una nena, tengo una hermana de esas edad y uno se pone en la piel de la
familia”
“Me
dijo que tendría que haber sido frío, que en ese momento no
iba a solucionar nada porque a esa hora la chica ya estaba muerta. Ahí
me di cuenta la persona con la que estaba tratando que me conteste de esa
forma”, lamentó el joven.
El
día martes se encontró con el apoderado de la empresa, pero “nadie me
dijo nada. Es como si yo hubiera robado, nadie me hablaba. El miércoles me
llega un telegrama de suspensión de cinco días sin goce de sueldo y
un aviso por posible futuro despido”.
“No es que chocaron en la esquina y me
pidieron para ver una patente, era un situación extrema, son segundos en que
uno puede ayudar. En lo único que pensé es en dar una mano. Hablé con un
abogado para ver si estaba mal o no lo que hice, pero ahora tengo que esperar”,
terminó de relatar Ezequiel, visiblemente conmovido por todo lo sucedido.
FUENTE: PLAY TELEVISIÓN