25 de enero de 2019

EL PAPA FRANCISCO ANTE MILES DE JOVENES EN PANAMÁ


El Sumo Pontífice fue recibido por una comitiva de jóvenes de los 5 continentes. Unas 200.000 personas participaron del evento, en el Campo Santa María la Antigua.

El Sumo Pontífice brindó entonces su primer discurso ante casi 250 mil jóvenes presentes en el Campo Santa María la Antigua, ubicado en la zona conocida como la Cinta Costera, informaron los organizadores del evento. "¡Qué bueno volver a encontrarnos y hacerlo en esta tierra que nos recibe con tanto color y calor! Juntos en Panamá, la Jornada Mundial de la Juventud es otra vez una fiesta de alegría, una fiesta de esperanza para la Iglesia toda y, para el mundo, un enorme testimonio de fe", dijo Jorge Bergoglio entre medio de la ovación de los presentes.

Y continuó recordando que: "en Cracovia algunos me preguntaron si iba a estar en Panamá y les contesté: "Yo no sé, pero Pedro seguro va a estar. Pedro va a estar". Hoy me alegra decirles: Pedro está con ustedes para celebrar y renovar la fe y la esperanza".

"Pedro y la Iglesia caminan con ustedes y queremos decirles que no tengan miedo, que vayan adelante con esa energía renovadora y esa inquietud constante que nos ayuda y moviliza a ser más alegres y más disponibles, más 'testigos del Evangelio'. Ir adelante no para crear una Iglesia paralela un poco más 'divertida' o 'cool' en un evento para jóvenes, con alguno que otro elemento decorativo, como si a ustedes eso los dejara felices".

"Ustedes no piensan eso, porque pensar así sería no respetarlos y no respetar todo lo que el Espíritu a través de ustedes nos está diciendo", explicó el Sumo Pontífice. Francisco aclaró entonces que es todo lo contrario ya que "queremos reencontrar y despertar junto a ustedes la continua novedad y juventud de la Iglesia abriéndonos siempre a esa gracia del Espíritu Santo que hace siempre un nuevo Pentecostés". "Pienso en ustedes empezando a caminar primero en esta jornada, los jóvenes de la juventud indígena. Fueron los primeros en América y los primeros en caminar en este encuentro.

Un aplauso grande. Y también los jóvenes de la juventud descendiente de africanos que también hicieron su encuentro y nos ganaron la mano", resaltó. Durante el discurso Bergoglio reconoció que "llegar hasta aquí no ha sido nada fácil". "Conozco el esfuerzo, el sacrificio que realizaron para poder participar en esta Jornada. Muchos días de trabajo y dedicación, encuentros de reflexión y oración hacen que el camino sea en gran medida la recompensa. El discípulo no es solamente el que llega a un lugar sino el que empieza con decisión, el que no tiene miedo de arriesgar y ponerse a caminar. Si uno empieza a caminar ya no tiene miedo", destacó. Previamente el Papa había dado un discurso en español en el palacio Bolívar, sede de la cancillería panameña. La ceremonia contó con la presencia del presidente Juan Carlos Varela, su esposa, demás autoridades y miembros del cuerpo diplomático.

Panamá "es una tierra de sueños" y en estos días "seremos testigos de la apertura de nuevos canales de comunicación, de solidaridad y entendimiento mutuo, de una nueva manera de construir la historia", afirmó. Bergoglio destacó que "el derecho al futuro también es un derecho humano". Francisco llamó a "celebrar, reconocer y escuchar lo específico de todos los hombres y mujeres que conforman el rostro panameño" pero sobre todo de "cada pueblo originario", pues "la genialidad de estas tierras está marcada por la riqueza de sus pueblos originarios, que tanto tienen que decir y recordar desde su cultura y visión del mundo". 

Luego compartió un encuentro con los obispos del Secretariado Episcopal de América Central y Panamá (SEDAC) en la iglesia San Francisco de Asís. Durante el mensaje recordó en dos ocasiones a San Oscar Romero, obispo mártir salvadoreño, e instó a los prelados a tender una mano a los sacerdotes. "Apelar a la figura de Romero es apelar a la santidad y al carácter profético que vive en el ADN de sus Iglesias particulares", afirmó el Pontífice. "Romero pudo sintonizar y aprender a vivir la Iglesia porque amaba entrañablemente a quien lo había engendrado en la fe. Sin este amor de entrañas será muy difícil comprender su historia y conversión, ya que fue este mismo amor el que lo guió hasta la entrega martirial", aseguró.
    

También habló de la "centralidad de la compasión, uno de los grandes distintivos" que debe tener la Iglesia. "Que no se pierda en nuestra iglesia la compasión, que no se pierda en un obispo la centralidad de la compasión, que es la iglesia de Cristo", enfatizó el Pontífice. "No podemos delegar en otros la puerta abierta al sacerdote", insistió Bergoglio. "Es importante que el cura encuentre al padre, al pastor, no al administrador que quiere pasar revista a las tropas. Es importante que los curas perciban en los obispos una persona que se juegue por ellos, que tienda una mano cuando están empantanados, un hombre de discernimiento, que sepa orientar", destacó.

Ansa Latina