Este sábado 8 de diciembre de 2018 se realizó
la procesión y misa por el día de la Inmaculada Concepción de María. La
celebración estuvo presidida por el padre Sergio Capoccetti quien encabezó la
procesión que partió a las 19:00 desde el Santuario San Francisco Javier.
Posteriormente tuvo lugar la misa oficiada frente al edificio de la Zona IV
de Vialidad provincial. Como cada año, un importante número de feligreses
acompañaron a la virgen hasta la imagen que se encuentra entronizada en Teófilo
Madrejón y Ruta provincial Nº 1 de San Javier.
“Esta tierra es tierra de María, es
tierra del Señor, esa tierra bendita que el Señor nos ha regalado a todos
nosotros”. “Esta comunidad Bendita que el Señor nos ha regalado, esta tierra y
esta comunidad es del Señor” dijo Capoccetti al dirigir la palabra a los
presentes en la celebración de la misa. “Vivimos en una tierra bendecida en el
paisaje, en la paz que tenemos que cuidar, una tierra bendecida en la vida
social que debemos hacer crecer para tener una vida en comunión y entre
hermanos” añadió el sacerdote.
Mientras que al referirse a la etapa
final de la celebración de la Fiesta Patronal a San Francisco Javier y toda la
organización comunitaria a la que distintos sectores de la población aportan
cada año para hacerla posible, Capoccetti sostuvo: “Los otros sacerdotes s esa
sombraban porque en esa organización habían visto una comunidad con tanta
alegría” dijo. Al tiempo señaló: “A pesar de las noticias que no son buenas en
nuestra comunidad, acá se encontraron con una noticia grande que es de la comunidad
que ama a Dios en el nombre de San Francisco Javier e intenta caminar juntos,
de eso se trata nuestro vivir” explicó el presbítero.
“No es solamente decir María es mi
madre, sino tratar de ser cada día ser hermanos y así vamos a construir la comunidad
que quería Jesús, que todos sean uno” afirmó. “Demos gracias a Dios por ser
comunidad, por vivir juntos”. “En San
Javier todos Sanjavieleros, tenemos que ser hermanos y por eso pidamos a la
Virgen María, que nos enseñe a ser hermanos” sostuvo Capoccetti.
Con
el dogma de fe de la Inmaculada Concepción de María la Iglesia declara que
María Santísima fue preservada de todo pecado desde su concepción, por una
gracia extraordinaria de Dios, por su dignidad de Madre de Dios y su papel
único y excepcional en la redención humana.
EL
DOGMA
El
dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula
Ineffabilis Deus:
"…declaramos,
proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen
María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer
instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente,
en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está
revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos
los fieles…”