De esa manera se posibilita su rápida recolección y se evita el desparramo del mismo, que muchas veces termina ensuciando la ciudad u obstruyendo desagües y alcantarillas.
Por otra parte, se reitera a quienes tienen piletas o arrojan agua a la vía pública, que está terminantemente prohibido liberar estos líquidos hacia la calle, sino que deberán drenarse por los medios correspondientes, sin generar complicaciones a los demás vecinos.
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