En el Salón de actos del Colegio
San José N° 1121, el pasado sábado 12 de mayo, Monseñor José María Arancedo
celebró la confirmación y misa junto al padre Sergio Capoccetti para unos 78
chicos. Arancedo fue consagrado como obispo en la Catedral Nuestra Señora
de La Paz, en la ciudad de Lomas
de Zamora, el 6 de mayo de 1988 con lo cual en este 2018 cumplió
30 años. Este sábado en la primera ciudad
costera, se despidió de los Sanjavierinos como arzobispo de Santa Fe
de la Vera Cruz. Monseñor Sergio Alfredo Fenoy lo reemplazará en el cargo
y será el quinto arzobispo de la sede episcopal santafesina.
En primer lugar, Arancedo habló sobre la
experiencia recogida en sus años como hombre de la Iglesia y dijo: “Esto me
deja mucha alegría y una sensación del deber y la tarea cumplida, de mucha
cordialidad a pesar de las dificultades, el balance es altamente positivo, no he
podido recorrer muchas veces la arquidiócesis de Santa Fe pero para mí es una
cosa común”.
En el mismo sentido, recordó que: “San Javier tiene
un atractivo por su historia y tradición y porque ha sido un lugar providencial
en la llegada del Evangelio a la zona, por la gente y la belleza natural”. Así
mismo, comentó como fueron sus años como Obispo y expresó: “Tengo 15 años de Obispo
en Santa Fe, 12 en Mar del Plata y 3 como auxiliar en Lomas de Zamora así que
son 30 años de obispo”. “Son muchas cosas las que he pasado, me he sentido
bien, cordialidad, con los medios incluso siempre hubo cercanía también con la gente
y he tratado de ser muy sincero y de a pie con la forma de expresarme”. “Me
siento muy cómodo en Santa Fe” aclaró.
Para Francisco
Por otro lado, se refirió a su relación con el Papa
Francisco y sostuvo: “Primero fui Vicepresidente de Francisco, después cuando
el deja la Presidencia de la Conferencia Episcopal yo soy el presidente y
estuvo más de un año siendo miembro de la misma y yo presidiéndola”. Al tiempo
que aseguró: “La relación con él siempre ha sido cordial, buena, nos hemos
visto periódicamente, me ha mandado cartas como presidente para transmitirlas a
la Diócesis y estoy bien y conforme con el Papa”. Además mencionó explicó: “Cuando
cumplí 75 años le presenté mi renuncia y me dijeron, no tenés que seguir dos
años más”. “Hasta que termine la presidencia y así seguí hasta noviembre del
años 2017 cuando concluí”
Mensaje a los Sanjavierinos
Luego, Arancedo dejó un mensaje a los Sanjavierinos
que han acompañado su tarea pastoral e indicó: “Abran el corazón a Dios y en
ese abrir el corazón a Dios se van a encontrar con que ese Dios que los ama les ha dado algo, ese hijo Jesucristo para que
sea el camino, su verdad y su vida”. “Les diría que abran su puerta y su
corazón a Jesucristo para que sea él, el que los ilumine y los vaya llevando
hacia adelante”. También mencionó: “Que se sientan amados por Dios frente a todo
momento difícil que la esperanza no decaiga, Francisco diría: “No se dejen
robar la esperanza”. “Que sigamos la esperanza de la dignidad del hombre, de la
familia para que volvamos a apoyarnos en las cosas sólidas”. “Los afectos y la
familia porque nos ayuda mucho” expresó José María Arancedo.
San Francisco Javier
A continuación, Monseñor Arancedo se refirió a la
figura de San Francisco Javier y al afecto de la población de esta región y
expresó: “San Francisco siempre estuvo cerca, y para todos Francisco es un
Santo que pertenece a todos, Francisco Bergoglio Jesuita elige el nombre de él
porque valora un evangelio vivido con entrega, disponibilidad con pobreza, con amor
al hombre”. También mencionó una particularidad sobre la presencia de los
sacerdotes en la fiesta patronal de San Javier y dijo: “Me llamó mucho la
atención la devoción a San Francisco Javier cada 3 de diciembre, no sé si todos
los años vine pero casi todos, hace 15 años que estoy y me llamó la atención
que los sacerdotes que han pasado, el 3 de diciembre es una cuestión de honor,
el padre Severino, Tomatis, Eladio Lovato, René Fritz, ese día los veía acá”.
En el mismo sentido, remarcó: “La fe es lo que ha despertado a muchas personas
y ha hecho de San Francisco Javier una referencia de fe, de encuentro, de
lugar; no pierdan nunca eso”. “San Javier tiene en San Francisco Javier ese
padrecito que los acompaña” dijo.
El aborto
Mientras que al referirse al tema mentado del
aborto, Arancedo comentó que: “La Iglesia ha sido muy clara en eso, y yo lo
hice en distintos medios, vale la vida por lo tanto no se puede negar la
existencia después de la concepción de la vida humana, no es cualquier vida, es
una vida humana que está en un proceso de desarrollo y crecimiento por lo tanto
esa vida merece el respeto”. También subrayó que: “Hay que acompañar a la mujer
y decirle, lastima es la cultura que dice lo que no te pertenece lo podes
sacar, se ha perdido la responsabilidad ante lo que es objetivo, las leyes
deben proteger a la vida humana desde la concepción que hace a la cultura y al
nivel ético de la sociedad” consignó.
Crisis
En la parte final de su discurso, José María
Arancedo hizo referencia a la situación de crisis que vive cíclicamente la
Argentina y argumentó: “Argentina es un fenómeno difícil de explicar porque
parece que los que hacen historia económica del país, hace 70 años que estamos
mal”. “Siendo un país rico en personas, en riquezas, Que nos pasan a los
Argentinos?. “Debemos encontrarnos, encontrar políticas que nos integren, que estén
al servicio del bien común y que no tengan el sello solamente de un partido
sino de una legislatura donde diversas opciones políticas busquen proyectos de
20 o 30 años”. En el mismo sentido indicó: “No hemos sido un país que haya
tenido una planificación sostenida, han estado las ideas y los proyectos pero
no han tenido el sostén político para llegar a buen término” dijo.
El futuro de Arancedo
“Uno llega al seminario para ser sacerdote, no
obispo, el obispo llegó porque era sacerdote, así que uno vuelve a serlo, tal
vez si el obispo de Buenos Aires me pide algo como confirmar, pero vuelvo a ser
sacerdote, celebrar misas, confesar, asistir a los enfermos, dar una charla, seré
un cura más, la base es ser sacerdote”. “Soy consciente de la Iglesia que puso
el criterio de que a los 75 años hay que renunciar, es correcto”
Las guerras y conflictos en el mundo
Para concluir, Arancedo habló de los conflictos que
se viven en el mundo y dijo: “Con las guerras y los conflictos no se saca nada
adelante, los conflictos se superan cuando hay instancias de negociación o
instancias políticas, encuentros y no pensar que mi vida es la muerte del otro”.
“Mi vida es tu vida también, para que yo esté bien y mejor Paraguay, Chile, tenemos
que tener un sentido de crecer juntos la humanidad, un mundo globalizado no
puede pensarse en términos aislados”. Además, añadió: “Tenemos que mantener la
identidad, o el nacionalismo sano, integrados a un concierto globalizado, creo
que eso es un signo positivo” concluyó.
Biografía:
Monseñor José María
Arancedo es un alto prelado católico argentino, Arzobispo metropolitano
de la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz. Nacido en la ciudad
de Buenos Aires el 26 de octubre de 1940.
Fue
ordenado presbítero en 1967 y
se doctoró en Derecho Canónico en la Pontificia
Universidad Gregoriana de Roma. En 1988 fue
proclamado obispo titularde Selemselae y obispo auxiliar de
Lomas de Zamora por Juan Pablo II. El 19 de
noviembre de 1991, fue designado obispo de Mar del
Plata hasta el 13 de febrero de 2003, cuando fue elegido
como arzobispo de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz.
Ocupó posiciones de alta
responsabilidad en la Iglesia católica argentina, que incluyeron la
vicepresidencia segunda de la Conferencia Episcopal Argentina. El 8
de noviembre de 2011, durante la 102ª asamblea plenaria de ese
organismo, fue elegido para suceder al cardenal Jorge Bergoglio como
presidente de la Conferencia Episcopal Argentina para el período 2011-2014. A
la finalización de su mandato fue reelegido para el período 2014-2017.
José María Arancedo nació
el 26 de octubre de 1940 en el seno de una familia
cristiana numerosa. Su madre enviudó tempranamente y se hizo cargo de la
educación de sus diez hijos. José María fue criado en la localidad
de Temperley, en el Gran Buenos Aires. Una hermana suya, un año
mayor que él, de chiquita no podía decirle
José, decía "Toté", sobrenombre con el que todavía se refieren a él
en el presente.
Arancedo era primo hermano
de Raúl Alfonsín, quien más tarde sería presidente de la Nación
Argentina.
Durante sus estudios secundarios,
realizado en el colegio Euskal Echea de Llavallol, ciolegio de origen Vasco,
que era dirigido por la congregación de los Franciscanos/Capuchinos, comenzaron
los primeros esbozos de su vocación sacerdotal. Trabajaba en la Acción
Católica en la parroquia de Temperley, donde conoció lo que él llamó la
vida comprometida de un laico cristiano. A los 20 años entró al seminario.
Obtuvo la licenciatura
en Teología en la Universidad Católica Argentina, y fue
ordenado presbítero el 16 de diciembrede 1967, a los 27 años
de edad, por Mons. Alejandro Schell, obispo de Lomas de Zamora. Más
tarde, obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia
Universidad Gregoriana de Roma.
Fue elegido obispo titular
de Selemsele y auxiliar de la diócesis de Lomas de Zamora,
el 4 de marzo de 1988 por Juan Pablo II; ordenado
obispo el 6 de mayo de 1988 en la catedral local por
Desiderio Elso Collino, obispo titular de Lomas de Zamora. Arancedo tenía 47
años.
Eligió como lema episcopal: "Que
todos sean uno", una frase que el Evangelio de Juanpone
en labios de Jesucristo durante la oración sacerdotal de la
Última Cena.
El 19 de
noviembre de 1991, fue designado obispo de la diócesis de Mar
del Plata como sucesor de Monseñor Rómulo García.5 Tomó posesión el 15 de diciembre de ese año.
Luego de la renuncia
de Edgardo Gabriel Storni, Arancedo fue promovido a arzobispo de
la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, el 13 de
febrero de 2003.5 Inició su
ministerio pastoral como cuarto arzobispo (quinto diocesano, luego de Juan
Agustín Boneo, Nicolás
Fasolino, Vicente Faustino Zazpe y Edgardo Gabriel Storni) de
Santa Fe, el 30 de marzo de 2003.
En 2005, fue electo elegado
de la Región Pastoral Litoral de la Conferencia Episcopal
Argentina para el período 2005-2008. En 2007, participó de
la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del
Caribe en Aparecida (Brasil) en calidad de delegado elegido por
la Conferencia Episcopal Argentina.
En 2008, fue elegido
vicepresidente segundo de la Comisión Ejecutiva y de la Comisión Permanente de
la Conferencia Episcopal Argentina, además de miembro del Consejo Episcopal de
Asuntos Jurídicos para el período de noviembre de 2008 a noviembre de 2011.
En ocasión del fallecimiento de su
primo y expresidente de la Argentina, Raúl Alfonsin, ofició la misa
de responso en las escalinatas del Congreso Nacional, el 2
de abril de 2009.
El 8 de
noviembre de 2011, Arancedo fue designado presidente de
la Conferencia Episcopal Argentina, órgano que nuclea a
los obispos católicos de todo el país, en reemplazo
del cardenal Jorge Bergoglio, para el período 2011-2014.
Durante el pontificado del
papa Francisco fue convocado para participar en calidad de padre
sinodal en el Sínodo extraordinario de obispos sobre la
familia (2014), en su carácter de presidente de la Conferencia Episcopal
Argentina.
El 11 de noviembre de 2014,
Arancedo fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina para el
período 2014-2017, al obtener dos tercios de los sufragios en la primera
votación.