19 de mayo de 2018

CON 30 AÑOS COMO OBISPO JOSÉ MARÍA ARANCEDO OFICIÓ SU ULTIMA MISA EN SAN JAVIER


En el Salón de actos del Colegio San José N° 1121, el pasado sábado 12 de mayo, Monseñor José María Arancedo celebró la confirmación y misa junto al padre Sergio Capoccetti para unos 78 chicos. Arancedo fue consagrado como obispo en la Catedral Nuestra Señora de La Paz, en la ciudad de Lomas de Zamora, el 6 de mayo de 1988 con lo cual en este 2018 cumplió 30 años. Este sábado en la primera ciudad costera, se despidió de los Sanjavierinos como arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz. Monseñor Sergio Alfredo Fenoy lo reemplazará en el cargo y será el quinto arzobispo de la sede episcopal santafesina.

En primer lugar, Arancedo habló sobre la experiencia recogida en sus años como hombre de la Iglesia y dijo: “Esto me deja mucha alegría y una sensación del deber y la tarea cumplida, de mucha cordialidad a pesar de las dificultades, el balance es altamente positivo, no he podido recorrer muchas veces la arquidiócesis de Santa Fe pero para mí es una cosa común”.

En el mismo sentido, recordó que: “San Javier tiene un atractivo por su historia y tradición y porque ha sido un lugar providencial en la llegada del Evangelio a la zona, por la gente y la belleza natural”. Así mismo, comentó como fueron sus años como Obispo y expresó: “Tengo 15 años de Obispo en Santa Fe, 12 en Mar del Plata y 3 como auxiliar en Lomas de Zamora así que son 30 años de obispo”. “Son muchas cosas las que he pasado, me he sentido bien, cordialidad, con los medios incluso siempre hubo cercanía también con la gente y he tratado de ser muy sincero y de a pie con la forma de expresarme”. “Me siento muy cómodo en Santa Fe” aclaró.

Para Francisco

Por otro lado, se refirió a su relación con el Papa Francisco y sostuvo: “Primero fui Vicepresidente de Francisco, después cuando el deja la Presidencia de la Conferencia Episcopal yo soy el presidente y estuvo más de un año siendo miembro de la misma y yo presidiéndola”. Al tiempo que aseguró: “La relación con él siempre ha sido cordial, buena, nos hemos visto periódicamente, me ha mandado cartas como presidente para transmitirlas a la Diócesis y estoy bien y conforme con el Papa”. Además mencionó explicó: “Cuando cumplí 75 años le presenté mi renuncia y me dijeron, no tenés que seguir dos años más”. “Hasta que termine la presidencia y así seguí hasta noviembre del años 2017 cuando concluí”

Mensaje a los Sanjavierinos

Luego, Arancedo dejó un mensaje a los Sanjavierinos que han acompañado su tarea pastoral e indicó: “Abran el corazón a Dios y en ese abrir el corazón a Dios se van a encontrar con que ese Dios que los ama  les ha dado algo, ese hijo Jesucristo para que sea el camino, su verdad y su vida”. “Les diría que abran su puerta y su corazón a Jesucristo para que sea él, el que los ilumine y los vaya llevando hacia adelante”. También mencionó: “Que se sientan amados por Dios frente a todo momento difícil que la esperanza no decaiga, Francisco diría: “No se dejen robar la esperanza”. “Que sigamos la esperanza de la dignidad del hombre, de la familia para que volvamos a apoyarnos en las cosas sólidas”. “Los afectos y la familia porque nos ayuda mucho” expresó José María Arancedo.

San Francisco Javier

A continuación, Monseñor Arancedo se refirió a la figura de San Francisco Javier y al afecto de la población de esta región y expresó: “San Francisco siempre estuvo cerca, y para todos Francisco es un Santo que pertenece a todos, Francisco Bergoglio Jesuita elige el nombre de él porque valora un evangelio vivido con entrega, disponibilidad con pobreza, con amor al hombre”. También mencionó una particularidad sobre la presencia de los sacerdotes en la fiesta patronal de San Javier y dijo: “Me llamó mucho la atención la devoción a San Francisco Javier cada 3 de diciembre, no sé si todos los años vine pero casi todos, hace 15 años que estoy y me llamó la atención que los sacerdotes que han pasado, el 3 de diciembre es una cuestión de honor, el padre Severino, Tomatis, Eladio Lovato, René Fritz, ese día los veía acá”. En el mismo sentido, remarcó: “La fe es lo que ha despertado a muchas personas y ha hecho de San Francisco Javier una referencia de fe, de encuentro, de lugar; no pierdan nunca eso”. “San Javier tiene en San Francisco Javier ese padrecito que los acompaña” dijo.

El aborto

Mientras que al referirse al tema mentado del aborto, Arancedo comentó que: “La Iglesia ha sido muy clara en eso, y yo lo hice en distintos medios, vale la vida por lo tanto no se puede negar la existencia después de la concepción de la vida humana, no es cualquier vida, es una vida humana que está en un proceso de desarrollo y crecimiento por lo tanto esa vida merece el respeto”. También subrayó que: “Hay que acompañar a la mujer y decirle, lastima es la cultura que dice lo que no te pertenece lo podes sacar, se ha perdido la responsabilidad ante lo que es objetivo, las leyes deben proteger a la vida humana desde la concepción que hace a la cultura y al nivel ético de la sociedad” consignó.

Crisis

En la parte final de su discurso, José María Arancedo hizo referencia a la situación de crisis que vive cíclicamente la Argentina y argumentó: “Argentina es un fenómeno difícil de explicar porque parece que los que hacen historia económica del país, hace 70 años que estamos mal”. “Siendo un país rico en personas, en riquezas, Que nos pasan a los Argentinos?. “Debemos encontrarnos, encontrar políticas que nos integren, que estén al servicio del bien común y que no tengan el sello solamente de un partido sino de una legislatura donde diversas opciones políticas busquen proyectos de 20 o 30 años”. En el mismo sentido indicó: “No hemos sido un país que haya tenido una planificación sostenida, han estado las ideas y los proyectos pero no han tenido el sostén político para llegar a buen término” dijo.

El futuro de Arancedo

“Uno llega al seminario para ser sacerdote, no obispo, el obispo llegó porque era sacerdote, así que uno vuelve a serlo, tal vez si el obispo de Buenos Aires me pide algo como confirmar, pero vuelvo a ser sacerdote, celebrar misas, confesar, asistir a los enfermos, dar una charla, seré un cura más, la base es ser sacerdote”. “Soy consciente de la Iglesia que puso el criterio de que a los 75 años hay que renunciar, es correcto”

Las guerras y conflictos en el mundo

Para concluir, Arancedo habló de los conflictos que se viven en el mundo y dijo: “Con las guerras y los conflictos no se saca nada adelante, los conflictos se superan cuando hay instancias de negociación o instancias políticas, encuentros y no pensar que mi vida es la muerte del otro”. “Mi vida es tu vida también, para que yo esté bien y mejor Paraguay, Chile, tenemos que tener un sentido de crecer juntos la humanidad, un mundo globalizado no puede pensarse en términos aislados”. Además, añadió: “Tenemos que mantener la identidad, o el nacionalismo sano, integrados a un concierto globalizado, creo que eso es un signo positivo” concluyó.


Biografía:

Monseñor José María Arancedo es un alto prelado católico argentino, Arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz. Nacido en la ciudad de Buenos Aires el 26 de octubre de 1940.
Fue ordenado presbítero en 1967 y se doctoró en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En 1988 fue proclamado obispo titularde Selemselae y obispo auxiliar de Lomas de Zamora por Juan Pablo II. El 19 de noviembre de 1991, fue designado obispo de Mar del Plata hasta el 13 de febrero de 2003, cuando fue elegido como arzobispo de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz.
Ocupó posiciones de alta responsabilidad en la Iglesia católica argentina, que incluyeron la vicepresidencia segunda de la Conferencia Episcopal Argentina. El 8 de noviembre de 2011, durante la 102ª asamblea plenaria de ese organismo, fue elegido para suceder al cardenal Jorge Bergoglio como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina para el período 2011-2014. A la finalización de su mandato fue reelegido para el período 2014-2017.
José María Arancedo nació el 26 de octubre de 1940 en el seno de una familia cristiana numerosa. Su madre enviudó tempranamente y se hizo cargo de la educación de sus diez hijos. José María fue criado en la localidad de Temperley, en el Gran Buenos Aires. Una hermana suya, un año mayor que él, de chiquita no podía decirle José, decía "Toté", sobrenombre con el que todavía se refieren a él en el presente.
Arancedo era primo hermano de Raúl Alfonsín, quien más tarde sería presidente de la Nación Argentina.
Durante sus estudios secundarios, realizado en el colegio Euskal Echea de Llavallol, ciolegio de origen Vasco, que era dirigido por la congregación de los Franciscanos/Capuchinos, comenzaron los primeros esbozos de su vocación sacerdotal. Trabajaba en la Acción Católica en la parroquia de Temperley, donde conoció lo que él llamó la vida comprometida de un laico cristiano. A los 20 años entró al seminario.
Obtuvo la licenciatura en Teología en la Universidad Católica Argentina, y fue ordenado presbítero el 16 de diciembrede 1967, a los 27 años de edad, por Mons. Alejandro Schell, obispo de Lomas de Zamora. Más tarde, obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Fue elegido obispo titular de Selemsele y auxiliar de la diócesis de Lomas de Zamora, el 4 de marzo de 1988 por Juan Pablo II; ordenado obispo el 6 de mayo de 1988 en la catedral local por Desiderio Elso Collino, obispo titular de Lomas de Zamora. Arancedo tenía 47 años. Eligió como lema episcopal: "Que todos sean uno", una frase que el Evangelio de Juanpone en labios de Jesucristo durante la oración sacerdotal de la Última Cena.
El 19 de noviembre de 1991, fue designado obispo de la diócesis de Mar del Plata como sucesor de Monseñor Rómulo García.5 Tomó posesión el 15 de diciembre de ese año.
Luego de la renuncia de Edgardo Gabriel Storni, Arancedo fue promovido a arzobispo de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, el 13 de febrero de 2003.5 Inició su ministerio pastoral como cuarto arzobispo (quinto diocesano, luego de Juan Agustín Boneo, Nicolás Fasolino, Vicente Faustino Zazpe y Edgardo Gabriel Storni) de Santa Fe, el 30 de marzo de 2003.
En 2005, fue electo elegado de la Región Pastoral Litoral de la Conferencia Episcopal Argentina para el período 2005-2008. En 2007, participó de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida (Brasil) en calidad de delegado elegido por la Conferencia Episcopal Argentina.
En 2008, fue elegido vicepresidente segundo de la Comisión Ejecutiva y de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, además de miembro del Consejo Episcopal de Asuntos Jurídicos para el período de noviembre de 2008 a noviembre de 2011.
En ocasión del fallecimiento de su primo y expresidente de la Argentina, Raúl Alfonsin, ofició la misa de responso en las escalinatas del Congreso Nacional, el 2 de abril de 2009.
El 8 de noviembre de 2011, Arancedo fue designado presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, órgano que nuclea a los obispos católicos de todo el país, en reemplazo del cardenal Jorge Bergoglio, para el período 2011-2014.
Durante el pontificado del papa Francisco fue convocado para participar en calidad de padre sinodal en el Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia (2014), en su carácter de presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
El 11 de noviembre de 2014, Arancedo fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina para el período 2014-2017, al obtener dos tercios de los sufragios en la primera votación.