"Si hacemos un esfuerzo con nuestra imaginación, en el rostro de estas mujeres podemos encontrar los rostros de tantas madres y abuelas, el rostro de niños y jóvenes que resisten el peso y el dolor de tanta injusticia inhumana", dijo el Pontífice durante su homilía en la Basílica de San Pedro, refiriéndose a un pasaje bíblico que menciona a María y a María Magdalena.
Antes de celebrar mañana la misa de Pascua e impartir desde el balcón central la bendición "Urbe et orbi (a Roma y al mundo)", Francisco expresó: "Vemos reflejados en ellas el rostro de todos aquellos que caminando por la ciudad sienten el dolor de la miseria, el dolor por la explotación y la trata".
"En ellas también vemos el rostro de aquellos que sufren el desprecio por ser inmigrantes, huérfanos de tierra, de casa, de familia; el rostro de aquellos que su mirada revela soledad y abandono por tener las manos demasiado arrugadas", planteó.
"Ellas son el rostro de mujeres, madres que lloran por ver cómo la vida de sus hijos queda sepultada bajo el peso de la corrupción, que quita derechos y rompe tantos anhelos, bajo el egoísmo cotidiano que crucifica y sepulta la esperanza de muchos, bajo la burocracia paralizante y estéril que no permite que las cosas cambien", denunció Francisco.
Mientras, en los alrededores de San Pedro un fuerte operativo de seguridad se preparaba para la celebración de mañana con el tránsito cerrado desde esta tarde, y drones patrullando alrededores del Vaticano, por disposición del ministerio del Interior que moviliza 3000 agentes sólo en la capital italiana y que tiene "nivel 2" de seguridad, el único debajo del reservado a "ataque en curso".
El mensaje se da en medio de la serie de reformas que el Pontífice impulsa para la Curia romana, que incluyen una nueva Constitución que reemplace a la vigente "Pastor Bonus" (de 1988) que Bergoglio prepara junto a su consejo de nueve cardenales asesores en el marco de otros cambios que apuntan a "desburocratizar" la Iglesia y aumentar su "sinodalidad".
"Ellas, en su dolor, son el rostro de todos aquellos que, caminando por la ciudad, ven crucificada la dignidad", enfatizó Francisco, en una celebración a la que concurrió el embajador argentino en Italia, Tomás Ferrari, y en la que el Papa bautizó a 11 personas de España, República Checa, Italia, Estados Unidos, Albania, Malta y China.
Francisco pidió aprovechar la pascua para "hacer saltar todas las barreras que nos encierran en nuestros estériles pesimismos, en nuestros calculados mundos conceptuales que nos alejan de la vida, en nuestras obsesionadas búsquedas de seguridad y en desmedidas ambiciones capaces de jugar con la dignidad ajena".
La Vigilia de este año se da en momento de extrema preocupación del Pontífice ante lo que él denomina la "tercera guerra mundial en pedazos" y para la que pidió esta semana a líderes mundiales "no responder a la violencia con más violencia".
En esa línea, habrá un gran llamado del Papa "por la paz y la no-violencia" durante su mensaje del mediodía del domingo, con especial énfasis en algunas conflictos que preocupan al Pontífice, como Siria, Venezuela y "la península coreana".
Con ese marco, el Presidente italiano Sergio Mattarella destacó el mensaje "de paz y justicia" del papa Francisco y aseguró que la acción pastoral "es una fecunda fuente de inspiración".
La celebración de Pascua coincidirá mañana con el cumpleaños 90 del papa emérito Benedicto XVI, por lo que Francisco visitó en la noche del jueves el monasterio Matter Ecclesiae en el que su antecesor vive, dentro del Vaticano. El anuncio lo hizo la Santa Sede, aunque no trascendieron fotos del encuentro entre ambos, el primero desde la navidad de 2016.
Además, la pascua se da sólo siete días después del doble atentado de la semana pasada en dos iglesias cristianas de Egipto, donde murieron más de 40 personas en el país que el Pontífice visitará el 28 y 29 de abril.
Télam