La obra se basa en el revoque de la pared trasera del Santuario que se encuentra hacia el lado sur. Los trabajos no solo mejorarán el aspecto de la Iglesia sino que ayudarán a su conservación. La cobertura de este lugar ayudará a proteger el edificio de las fuertes lluvias que azotan la ciudad desde el cardinal mencionado.
El templo tiene una larga historia y perduró en el paso del tiempo desde los orígenes de las reducciones Mocovíes en el lugar. Tal es así que su historia se inicia un 18 de mayo de 1874, cuando el arzobispo de la Santísima Trinidad de Buenos Aires, monseñor Federico Aneiros, otorga a fray Ermete Costanzi la “licencia para pedir limosna en toda la arquidiócesis, por el término de dos meses para la construcción de la iglesia y casa de misioneros de la reducción de San Javier”. El ahora Santuario San Francisco se encuentra en el mismo lugar en que fuera construido por iniciativa del Padre Ermete Costanzi, con la ayuda de los pobladores originarios, a fines del siglo XIX.