2 de mayo de 2016

A 34 AÑOS DEL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO ARA GENERAL BELGRANO

El gobernador Miguel Lifschitz presidió este lunes en la ciudad de Santa Fe, el acto recordatorio de los 34 años del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, oportunidad en la que se rindió homenaje a los 323 tripulantes que perdieron la vida el 2 de mayo de 1982, en el marco de la guerra de Malvinas.

Lifschitz expresó que “siempre es emotivo recordar a Malvinas, a los caídos y a los que volvieron, a aquellos que mantienen viva la llama, la memoria de lo que representó para la Argentina esa gesta, el sacrificio de quienes quedaron para siempre en esas tierras o en las heladas aguas del sur”.
“Quizás no haya ningún acto tan injustificado como el hundimiento del Belgrano. No había necesidad, desde el punto de vista bélico, pero sin embrago, fue una especie de venganza del Reino Unido frente al atrevimiento de la Argentina de haber intentado recuperar las islas”, añadió el gobernador.
“Malvinas nos deja lecciones, porque estos hombres que regresaron durante muchos años fueron ignorados. Y esto no es nuevo en la historia argentina: los padres de la patria, como Manuel Belgrano y el general San Martín, también fueron ignorados en su tiempo y reconocidos mucho después”, recordó el mandatario provincial.
“A veces -prosiguió- los pueblos y la historia se toman su tiempo para reconocer a aquellos que han puesto la vida en defensa del interés común. Pero llegó el reconocimiento para los veteranos, llegaron las leyes, sobre todo aquí en la provincia, y el reconocimiento en especial de la sociedad”, señaló el titular del Ejecutivo provincial.
“Ellos han trabajado para mantener la memoria y lo siguen haciendo todos los días, mostrando con su acción cotidiana ese espíritu de servicio y vocación, esa capacidad de solidaridad que tuvieron en aquellos tiempos y siguen sosteniendo hoy frente a cada situación difícil que nos toca atravesar”, consignó Lifschitz.

El hundimiento del ARA General Belgrano

El hundimiento del ARA General Belgrano se produjo el domingo 2 de mayo de 1982, durante la Guerra de las Malvinas, a consecuencia del ataque del submarino nuclear británico HMS Conqueror. El hundimiento del crucero argentino permitió a los británicos la superioridad naval en la zona. El ataque causó la muerte de 323 argentinos —prácticamente la mitad de las bajas de ese país en todo el conflicto—.1 El hecho generó una polémica en ambos países, al haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el gobierno británico alrededor de las islas. Es el único caso de un barco hundido en guerra por un submarino nuclear.




A comienzos de marzo de 1982, la flota argentina apostada en Puerto Belgrano entró en estado de alerta debido al endurecimiento de las relaciones diplomáticas con el gobierno británico por la soberanía reclamada por Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.4 El comandante del ARA General Belgrano, Héctor Bonzo, resume así la primera notificación5 que tuvo por parte del Estado Mayor sobre la acción bélica a emprender sobre Malvinas:


[...] se nos pidió un secreto total y absoluto con respecto a esta decisión, visto que el factor sorpresa sería prioritario en esta maniobra [...]
Como consecuencia, comenzó la preparación para que las unidades comprometidas en la acción pudieran zarpar con el objetivo de recuperar las islas.


El día 28 de marzo partió la flota de mar. Pero el Belgrano, dado que se encontraba en fase de reparaciones anuales, fue el único buque que tuvo que posponer su partida. Las labores de mantenimiento implicaban su estadía en puerto durante dos meses más.

El mantenimiento necesario consistía en:

Rectificación y nivelación de la artillería. Puesta a punto de sistemas de control de tiro. Ajuste de circuitos de la unidad de control de los misiles Sea Cat antiaéreos de corto alcance.
Inspección y mantenimiento de las turbinas. Mantenimiento en calderas, electricidad, auxiliares y control de averías.
Actualización de la parte electrónica. Tratamiento preservador del casco y la superestructura.

El ARA General Belgrano.

Finalmente, después de anular dos veces su salida, el día 16 de abril de 1982 el ARA General Belgrano partió bajo las órdenes del comandante Héctor Bonzo. Su dotación fue conformada por oficiales, sub-oficiales, cabos, marineros, conscriptos y dos civiles, encargados de la cantina del buque, voluntarios en la misión.

Normalmente, en tiempos de paz, la tripulación del buque rondaba los 750-770 hombres, pero en este caso se llegó a 1.093 tripulantes.7 El 100% de la dotación fue distribuida en tres horarios de guardias rotativas. De este modo, cada tripulante cumpliría 8 horas de guardia por día, mientras no se estuviera entablando combate. Esta modalidad mantenía al buque en permanente estado operativo y con posibilidad de inmediata respuesta en todos los sistemas y servicios.

La misión original que se le asignó al buque fue:

Navegar hasta el teatro de operaciones (zona de conflicto) y estacionamiento en la Isla de los Estados, derrota costera8 y tratar de velar intenciones.

Cumplir tareas relacionadas con la vigilancia de los accesos Sur al teatro de operaciones (TOAS), interceptar unidades del enemigo, de acuerdo con órdenes, y disuadir en el marco regional.

Evitar el contacto táctico con unidades del enemigo que portaran misiles superficie-superficie.

En caso necesario, y de acuerdo con la situación, proceder al reabastecimiento en la Base Naval Ushuaia.
Después de permanecer unos días patrullando en la zona de Isla de los Estados, el 22 de abril a las 18:30, el Belgrano tomó el puerto de Ushuaia, para reabastecerse y cambiar un lote de munición. Este puerto se convirtió así en el último lugar argentino donde estuvo el crucero.

La mañana del 24 de abril, la embarcación abandonó el puerto. Cuatro días más tarde, el día 28, se reunió al norte de Isla de los Estados con los destructores Piedrabuena y Bouchard y el petrolero de YPF Puerto Rosales, conformando así el Grupo de Tareas 79.3 (GT 79.3). Los destructores tenían la función de protegerlo, formar una cortina y tratar de ponerlo a salvo, tanto de enemigos de superficie, como aéreos o submarinos. El General Belgrano, como nave capitana del grupo, se debía mantener en espera en la zona entre los meridianos de Isla de los Estados y el Banco Burdwood. Para la segunda fase se introduciría el concepto de la interceptación de unidades enemigas y/o neutralización, actuando en coordinación con otros grupos de tareas.

El día 29 de abril entre las 9:00 y las 16:00, completó de manera satisfactoria el reabastecimiento de 125 toneladas de combustible en maniobra de navegación (conocida como "operación LOGOS") por parte del petrolero Puerto Rosales.

La tarde del sábado 1 de mayo, minutos después de las 20:00, el crucero recibió nuevas órdenes. Eran urgentes y de claro carácter ofensivo. El GT 79.3 se convertiría en uno de los brazos de una maniobra de pinzas que se abalanzaría contra los británicos desde el sur, mientras que el GT 79.2, conformado por el portaaviones Veinticinco de Mayo, sería el otro brazo de la maniobra.

El GT 79.3 se ubicaría hacia al este y tendría como misión desgastar al enemigo utilizando los misiles MM-38 Exocet transportados por los dos destructores, ocho en total. En el caso del crucero, su función sería la de rematar con sus cañones a los buques británicos dañados, ya que el alcance y pegada de sus torres de 6 pulgadas lo convertían en una herramienta válida. Para entonces, las alternativas evaluadas por el comandante Bonzo y su plana mayor incluían la entrada a la denominada Zona de Exclusión Total (ZET), contacto táctico con los buques británicos, rechazo de posibles ataques aéreos y soportar posibles ataques de submarinos nucleares en la zona de operaciones.

Las órdenes dadas a los buques del GT 79.3 indicaba la previsión de movimiento hacia las 05:30 del 2 de mayo, con un rumbo 335º que los acercaría a la Task Force británica transitando ya dentro de la ZET. Debido a problemas en el portaaviones por su baja velocidad y la escasez de viento suficiente en la zona, se obligó a retrasar el ataque.
El informe recibido por el GT 79.3 a la 1:00, dio a entender una posible cancelación de la operación, ya que la flota británica había cesado los ataques aéreos contra Puerto Argentino y Pradera de Ganso, además de iniciar el movimiento de los portaaviones que se alejaban de la Isla.

La cancelación definitiva del ataque llegó a las 05:00, sorprendiendo al GT 79.3 mientras estaba en pleno movimiento. Se recibió entonces un mensaje del comando superior donde se ordenaba un cambio de las operaciones planificadas con anterioridad. Ahora debía mantenerse en un área más hacia el oeste en espera de nuevas órdenes.
A las 15:20 el Belgrano se dispuso rumbo 290º, ubicándose a 100 millas de la Isla de los Estados y a 35 de la ZET, de esta manera el GT 79.3 realizaba un giro por estribor con la proa hacia el este, manteniéndose así en el área de espera indicada.

Después de ser notificados de la acción bélica emprendida por Argentina el 2 de abril de 1982, reclamando la soberanía de las Islas Malvinas (en inglés Falklands), el día 4 de abril la flota británica envió un total de 108 buques10 (liderados por portaaviones a los que acompañaban destructores, fragatas y submarinos además de las auxiliares) con destino a las islas. De esta expedición formó parte el submarino de propulsión nuclear HMS Conqueror.

El Conqueror, comandado por Chris Wreford Brown zarpó desde su base de Faslane, HMNB Clyde, ubicada al sureste de Escocia, y además de su tripulación, llevaba un grupo de comando de unos 12 hombres denominado SBS (Special Boat Squadron). Portaba además 32 torpedos MK24 y MK8 más antiguos pero suficientemente probados y con una carga de torpex de 340 kg.

El embarco de ese grupo comando se veía justificado debido a que el día 3 de abril Argentina había tomado posesión por la fuerza de las Islas Georgias. Era probable que los SBS intentarían un golpe de mano en aquellas costas, y de hecho esa plaza sería vuelta a capturar por los británicos el 25 de abril.

El submarino nuclear recorrió entonces una distancia que equivale a un tercio del total de la línea ecuatorial. Sus órdenes emanarían no del comandante de la Fuerza de Tareas en el Atlántico Sur, sino del Comando Estratégico de Submarinos en Northwood, próximo a Londres.

Las principales características del HMS Conqueror eran:

Velocidad de hasta 28 nudos sumergido
Movimientos discretos y reservados
Como propulsión una Rolls-Royce PWR reactor nuclear
Independencia operativa
Autonomía de 4.500 millas náuticas a 18 nudos
Excelentes sensores y gran capacidad en armas

Cabe destacar que el término reactor nuclear alude a su planta propulsora, y a diferencia de los submarinos que poseen propulsión diesel-eléctrica (obligados a exponer su snorkel en superficie para recargar baterías), los nucleares realizan todas sus operaciones en inmersión, pues su pila atómica produce el vapor para mover las turbinas. Tienen casi inagotable capacidad material para permanecer sumergidos, ya que la limitación no está en el combustible sino en la resistencia humana. Todas estas características otorgaban a esta unidad y sus similares, una operatividad y poder ofensivo de máximo nivel.

El 28 de abril se le ordenó navegar hacia el Oeste para que localizase naves enemigas, pues se le proveyó información sobre la presencia de unidades argentinas al norte de Isla de los Estados.

Después de 700 millas en dos días, arribó a su estación. En la misma noche del 30 de abril, mientras realizaba tareas de patrullaje, se obtuvo el contacto de un grupo de buques gracias al sonar de largo alcance, lejos de rutas comerciales y navegando en concierto. De inmediato, el comandante Wreford Brown ordenó acercarse hasta obtener un alcance visual y llegar a profundidad de periscopio. El mar estaba relativamente calmo y se tenía buena visibilidad. El sonar de largo alcance había superado aún las expectativas de los más optimistas en la tripulación. Se ordenó descender, aumentar la velocidad y continuar con el mismo rumbo. Una hora más tarde descubrió a los buques argentinos.

Fue entonces que en la mañana del 1 de mayo, tuvo en su periscopio al Grupo de Tareas 79.3 (GT 79.3), en plena fase de reabastecimiento de combustible. El buque se encontraba a unas 200 millas de las Islas Malvinas. Todavía el Conqueror no había recibido la orden para atacar. Por lo tanto, se dedicaron a seguir de cerca a la fuerza de tarea enemiga, persecución que se prolongaría por 30 horas y unas 400 millas.

Hundimiento: Sucesos en el Atlántico Sur durante el hundimiento del Belgrano

El hundimiento del ARA General Belgrano se produjo el día 2 de mayo de 1982 a las 17:00 horas en Latitud 55°24´S y Longitud 61°32´W.11 Coordenadas: 55°24′00″S 61°32′00″O (mapa) y fuera de la zona de guerra establecida.

Pocos minutos antes de las 16:00 el submarino nuclear HMS Conqueror recibió la orden de hundir al ARA General Belgrano. A las 16:02, mientras los artilleros que se encontraban de guardia probaban algunos mecanismos y la torre II buscaba posibles blancos en el horizonte, el buque se sacudió violentamente fruto de una poderosa explosión, seguida del cese inmediato de energía e iluminación que paralizó a los 1093 tripulantes. Este fue el primero de los 3 torpedos MK-813 lanzados por el Conqueror desde una distancia de 5 km aproximadamente (aunque solo los 2 primeros dieron en el blanco, el tercero golpeó en el casco del Bouchard sin explotar). El capitán del submarino declaró después que la elección del arma usada fue dictada por la antigüedad del mismo crucero: un torpedo de la Segunda Guerra Mundial hundiría a un crucero del mismo período. El primer torpedo mató a 274 tripulantes.

Unos momentos más tarde una segunda explosión se produjo a la altura de proa de la nave. Este segundo impacto provocó el desprendimiento de 12 metros de la proa del barco. Inmediatamente comenzó la inclinación a babor, cesó la fuerza motriz y se apagaron las luces, la generación eléctrica de emergencia también quedó inutilizada. Hacia las 16:05, se dio la orden de zafarrancho de siniestro, pudiendo constatarse que únicamente las líneas con la Central de Control de Averías estaban totalmente disponibles. Ésta se encontraba en la cubierta 05. Los puestos de combate de Control de Averías distribuidos en todo el buque estaban en una situación muy crítica, habían sido gravemente afectados por las explosiones y los daños causados eran demasiados y muy importantes como para controlarlos con los medios disponibles en ese momento. Se inició la apertura de las puertas estancas que daban a la cubierta principal para permitir agilizar la evacuación de las zonas inferiores, tarea extremadamente complicada debido a que la red de parlantes había quedado fuera de servicio.

En la cubierta principal se localizaba la Central de Comunicaciones, el responsable de la misma ordenó el procedimiento necesario para esas situaciones, incluyendo el embolsado de las claves secretas en bolsas lastradas. Estas bolsas fueron arrojadas luego al mar. El personal de la Central colaboró activamente en todo lo que fuese necesario.
Una cubierta más abajo se encontraba el cuarto de radio y, cercano al camarote del comandante, se encontraba el CIC (Centro de Información y Combate del buque). Los daños en esta sala fueron variados y provocaron algunas heridas al personal por caída de tuberías y parte de los tableros de información. Pese a la oscuridad y otros inconvenientes, todo el personal salió y logró llegar a la cubierta principal. Los compartimientos de máquinas C-1 y C-2 fueron afectados por el primer torpedo británico. El impacto fue justo en la cuaderna 106 del mamparo popel del compartimiento, la explosión no dejó supervivientes en ese sector.
La sala C-1 tuvo un repentino corte de energía, pues los generadores principales 1 y 2 habían cesado ya de operar. El comedor de la tripulación, ubicado sobre el compartimiento C-2, fue el área más afectada y donde más efecto tuvo sobre la tripulación, debido al humo las linternas individuales no lograban alumbrar más allá de 30 centímetros.

Los tambores de combustible del helicóptero fueron arrojados al mar, para que no explotaran. La Central de Tiro pudo ser evacuada rápidamente gracias al inmediato funcionamiento de las linternas y a que el zafarrancho de siniestro se había dado justo en el momento en que los problemas comenzaron a agravarse.En las Torres 4 y 5 de popa, el humo que salía era muy denso, puesto que el torpedo había impactado en las proximidades de la cámara de proyectiles de la torre 4 y su correspondiente santabárbara. Las unidades de Control de Averías definieron al sector como área de destrucción total.

La enfermería se situaba en la tercera cubierta. Cuando las explosiones se produjeron, el encargado de guardia organizó el desalojo en medio de la oscuridad reinante. Poco después llegó el médico cirujano que comenzó a prestar ayuda a los heridos y quemados. Un enfermero comenzó a recibir personal que llegaba desde popa, bañados en petróleo y con quemaduras, proveyéndolos sábanas y cubrecamas. El trabajo de primeros auxilios era intenso, además de los heridos y quemados, se debió atender a los hombres con principios de asfixia debido al humo. El personal de sanidad corría por las cubiertas bajas, revisando los camarotes para que no hubiera personal malherido que pudiera quedar abandonado. En el momento que concluyeron en que no había internados en la enfermería y que los camarotes estaban vacíos, se procedió a recoger mantas y se dirigieron hacia la cubierta.

Durante esos minutos, el personal comenzó a dirigirse a las estaciones de abandono asignadas. El buque tenía 72 balsas salvavidas, de las cuales 62 eran las necesarias y el resto eran de reserva. Las órdenes llegaban a través de simples megáfonos de mano y se retransmitían gritando lo más alto posible. Abundaban los heridos, quienes llegaban cargados a hombro por sus compañeros. El jefe de sanidad, una vez supervisada la evacuación de los internados en la enfermería, se dirigió también a la cubierta y junto a otro oficial de sanidad, aplicó morfina a los casos más graves.

Hacia las 16:10 la inclinación (escora) aumentó 1° por minuto, por lo que el barco ya tenía 10° a babor. El casco comenzó a hundirse con mayor incidencia de popa, debido a la gran entrada de agua al hangar y a la sala de máquinas. Como prevención, se comenzaron a arrojar las balsas al agua, que se abrieron automáticamente al caer. Quedaron flotando al costado sujetas por las amarras. Pocos minutos más tarde se estabilizó la inclinación y creó la esperanza de que el buque se mantendría más tiempo a flote. Por la rapidez de los sucesos, algunos tripulantes llegaron a cubierta muy desabrigados y se les comenzó a auxiliar con lo que se tuvo a mano, se improvisaron una especie de ponchos a partir de las mantas de lana de las camas. Varios intentaron el descenso a las cubiertas inferiores para ayudar a sus compañeros, y algunos perdieron su vida en ese intento.

A las 16:23 el comandante Héctor Elias Bonzo dio la orden de abandonar la nave. Comenzó así la maniobra de abandono. La marejada que había, dificultó la visión y comunicación entre las balsas, por lo cual algunas quedaron sobrecargadas con 30 personas y otras subocupadas con no más de 3 personas. A las 16:50 la escora de 60° preanunciaba el hundimiento, y en 10 minutos el crucero fue engullido por las aguas aproximadamente en el punto 55°24′0″S 61°32′0″O del Océano Atlántico.

Una vez que la noticia del hundimiento del ARA Gral Belgrano llegó al continente, se dispuso inmediatamente el operativo de rescate. De tal operación formaron parte las siguientes unidades:

Buques Gurruchaga, Bahía Paraíso, Bouchard y Piedrabuena.
Al destructor Piedrabuena se le ordenó regresar a toda máquina al lugar, mientras el Bouchard seguiría aún alejado. Las condiciones meteorológicas eran precarias, había una fuerte tormenta que dificultó seriamente a los buques llegar a la zona. El Piedrabuena fue el primero en hacerlo, pero en el punto de contacto (donde se presumía que había sido el ataque) no quedaban rastros, ni del ARA General Belgrano, ni de las balsas salvavidas.

Aproximadamente a las 09:00 del lunes 3 de mayo, el avión Neptune 2-P-111 de la armada argentina, comandado por el capitán Pérez Roca, avistó en la zona una gran mancha de petróleo, pero la localización de las balsas seguía siendo negativa.

Sin embargo, durante esa búsqueda de sector, cerca de las 13:00, el suboficial Ramón Leiva desde un blister trasparente que el Neptune tenía en su nariz, logró el contacto visual con las balsas. Rápidamente se dio aviso a las demás unidades de búsqueda del avistamiento de un gran campo de botes salvavidas que se extendía por aproximadamente dos millas marinas (unos cuatro kilómetros a la redonda), y que se encontraban cerca del destructor Piedrabuena.

Comenzaron así los trabajos de rescate, siempre dificultados por la fuerte tormenta que azotaba el Atlántico. En gran parte de las balsas se encontraba algún fallecido, heridos, quemados, y la mayoría de los supervivientes presentaba principios de hipotermia en algunas partes de su cuerpo (en casi todos los casos las piernas).

[...] hacía muchísimo frío, nos orinábamos encima para calentarnos la cintura, nos poníamos las manos en el pecho y nos vomitábamos encima para calentar un poco el cuerpo [...] el principal temor en ese momento era de que alguna persona muriera congelada, estábamos con temperaturas bajo cero [...] (en el momento del rescate por parte de los buques) cada cual tenía que tratar de subir de alguna forma..., en el caso mío, me tuvieron que atar, porque me encontraba bastante congelado, como la mayoría... y ya realmente no teníamos mucha fuerza para soportar un último esfuerzo...era muy difícil [...]
Relatos de supervivientes durante las horas transcurridas en las balsas.

En la madrugada del 5 de mayo, los buques arribaron al puerto de Ushuaia con los supervivientes, que fueron transportados por vía aérea a Bahía Blanca, donde los esperaban sus familiares.

La operación de rescate se extendió hasta el día 9 de mayo, verificando la imposibilidad de que quedaran más supervivientes o cadáveres en la zona.Los buques recogieron un total de 793 tripulantes, entre los que resultaban 23 fallecidos. El total de bajas sufridas en el ataque ascendió finalmente a 323.



Listado de Caídos en el ARA General Belgrano


CARDOZO JULIO ANTONIO 
CORONEL ABEL EUGENIO
ACEVEDO IGNACIO ALFREDO 
ACEVEDO IGNACIO ALFREDO 
AGUIRRE JUAN JOSE 
AHUMADA HUGO DARDO 
AHUMADA JULIO CESAR 
ALEMAN HUMBERTO CESAR 
ALFARO MIGUEL ALBERTO 
ALMIRON WALTER NORBERTO
ALVAREZ CESAR ERNESTO
ALVAREZ OSCAR MANUEL
ALVAREZ RUBEN HORACIO 
AMARILLA HIPOLITO JORGE D. 
AMESGARAY ALBERTO EDGARDO
ANDRADA MANUEL ANTONIO
ANDRADA NORBERTO 
ARCE ANGEL ANTONIO 
AVILA HERIBERTO
AZAR DOMINGO MIGUEL
BAEZ ROBERTO ANTONIO
BAIUD JORGE CARLOS 
BALMACEDA ARGENTINO ANTONIO
BARRIONUEVO JUAN EDELMIRO
BARRIONUEVO ROBUSTIANO A. 
BARRIOS RAMON 
BEDINI JUAN DOMINGO 
BEHRENDT EDUARDO GUSTAVO
BENITEZ JUAN ROGELIO 
BENITEZ PANTALEON 
BOLLO JUAN CARLOS 
BORDON ANTONIO MARIO 
BORDON MIGUEL ANGEL
BORDOY ROBERTO ALDO 
BOUTRON RUBEN ISIDORO 
BRIZUELA LUIS OSVALDO 
BROUCHOUD DELIS HECTOR
CABALLERO HECTOR RICARDO
CABALLERO ROBERTO MARCELINO
CACERES LUIS MARTIN 
CACEREZ FRANCISCO 
CAMPOS BERNARDINO ISIDORO 
CARDOZO JOSE DANIEL 
CASALI HECTOR ANIBAL 
CASSANO JULIO ERNESTO 
CASTILLO OSVALDO ROQUE 
CASTRO NESTOR DANIEL 
CASTRO PEDRO ANTONIO 
CATICHA RUBEN DARIO
CHAILE JOSE FRANCISCO
CHAILE OMAR ANDRES
CICOTTI JORGE ENRIQUE 
CISNEROS OMAR SANTIAGO
COLOMBO OSCAR ALDO
CONDORI NIEVE CLAUDIO 
CORDOBA JUAN CARLOS
CORDOBA NESTOR DAVID 
CORREA HECTOR BASILIO
CORVALAN NESTOR DANIEL
CUELLO JULIO CESAR 
CUEVA CARLOS A.DEL ROSARIO 
DE CHIARA ORLANDO 
DE ROSA RUBEN NORBERTO 
DIAZ ANTONIO MARIA 
DIAZ LUIS ROBERTO 
DIEZ GOMEZ HECTOR HUGO 
DORGAMBIDE FERNANDO 
DUKS JORGE CARLOS 
ESCOBAR ORLANDO ADRIAN
ESCOBAR RENE ANTONIO 
ESCUDERO JUAN MIGUEL 
ESTUREL DANIEL OSVALDO 
FABIAN RAMON VICENTE 
FAJARDO SIXTO JAVIER 
FARFAN RAUL ARISTOBULO
FATTORI GABRIEL GUSTAVO
FAUR JOSE DANTE 
FERNANDEZ FRANCISCO VELINDO
FERNANDEZ HUGO RAMON 
FERNANDEZ MANUEL DOMINGO
FERREYRA GERARDO RAMON
FIGUEROA CARLOS IGNACIO
FLEITA MATIAS
FLORES LUIS ROLANDO
FLORES MARIO ENRIQUE
FLORICE RAUL OMAR
FRANCISQUEZ NESTOR LUJAN
FREGOTE OSVALDO LUIS
FREITES CESAR JULIO
FROLA MARIO ESTEBAN
FUENTES JULIO CESAR
FUNEZ MARIO ALBERTO
GAGLIANONE MARCELO CLAUDIO
GALEANO JOSE MARIO
GALLARDO RICARDO GABRIEL
GALLIANO HUGO ALBERTO
GALLO FELIPE SANTIAGO 
GALLO LUIS ANTONIO RAMON
GALVAN JUAN ROLANDO
GALVARNE OSVALDO ANIBAL
GALVEZ FRANCISCO ALFREDO
GAONA JOSE ANTONIO
GARCIA ANTONIO FERNANDO 
GARCIA JOSE LUIS
GARCIA OMAR LUIS
GATICA HUGO RAMON
GAZAL ENRIQUE OMAR
GEMMA CARLOS LEONARDO
GIANOTTI LUIS ARMANDO
GIARETTI CLAUDIO MARCELO
GIORGI HUMBERTO OMAR
GODOY RUBEN OSCAR
GOMEZ ALBERTO EDMUNDO
GOMEZ ALCIDES ROMUALDO
GOMEZ JOSE EDGARDO
GOMEZ JOSE LUIS
GOMEZ JUAN ALBERTO
GOMEZ JUAN JOSE
GOMEZ MIGUEL ANGEL
GONZALEZ ALFREDO ALEJANDRO
GONZALEZ ANTONIO RAUL
GONZALEZ CARLOS ANGEL
GONZALEZ EVARISTO
GONZALEZ IGNACIO ELOY
GONZALEZ JUAN CARLOS
GONZALEZ MARIO LUIS
GONZALEZ MIGUEL ANTONIO
GORORDO RAUL OMAR
GOROSITO HECTOR OMAR
GOROSITO NESTOR CESAR
GOROSITO OMAR HILARIO
GRANADO JOSE CARLOS
GRANIC CLAUDIO
GREGORI JUAN LUIS
GRIMOLDI CLAUDIO ARIEL
GROSSO CLAUDIO NORBERTO
GUERRERO MARCELINO
GUIZZO NORBERTO DELFIN
GUTIERREZ RAMON 
HEREDIA HUGO ALBERTO
HEREDIA JOSE LUIS
HORSZCZARUK PEDRO RICARDO S
IBAÑEZ LUIS ALBERTO
ILLANES ORLANDO ANTONIO
INSAURRALDE MARIO DE JESUS
INTERLICHIA JORGE ALBERTO
ISELLI SERGIO LUIS
JIRA ISAAC FLAVIO
JUAREZ ANGEL RICARDO
JURIO ALFREDO
LACROIX TULIO ESTEBAN
LAGOS DANIEL ENRIQUE
LAGUNA TEODORO
LAMAS MARCOS ANTONIO
LAPORTE OSMAR LORENZO
LAZIAR ANTONIO HILARIO
LEGUIZAMO RAUL ALBERTO
LENA JUAN CARLOS
LENCINA JUAN CARLOS
LEZCANO ARCELIO ESTEBAN
LLANOS HUGO ANGEL LEON
LOBO ROBERTO SEGUNDO
LOBOS JULIO CESAR
LOPEZ CRISTOBAL CASTULO
LOREIRO RUBEN ALBERTO
LUCERO JOSE ESTEBAN
LUGO FERNANDO ESTEBAN
MACIEL ENRIQUE ALEJANDRO
MACIEL MARTIN OMAR AUGUSTO
MADRID OMAR ALFREDO

MAGLIOTTI SERGIO DANIEL
MAMANI JUSTO EUSTAQUIO
MARAGLIANO SAVERIO JOSE
MARCHISIO GERARDO MARCELO
MARTINEZ OSVALDO FRANCISCO
MARTINO ALBERTO
MASIN FELIX TARCISIO
MECCA ADOLFO EDUARDO
MEDINA CARLOS HUGO
MEDINA MANUEL ALBERTO
MELIAN ANSELMO NICOMEDES
MENDEZ JOSE ALBERTO
MENDIETA HECTOR EDUARDO
MENDIETA JORGE LORENZO
MENDOZA JULIO MARTIN
MERAVIGLIA RICARDO OMAR
MEZA MIGUEL ANGEL
MIGUEL EDUARDO ELIAS
MIRANDA GERARDO NICOLAS
MIRETTI GUSTAVO OSVALDO
MOLINA ADOLFO ERNESTO
MOLINA JERONIMO YBAR
MONTEGROSSO OSCAR ALFREDO
MONZON JULIO CESAR
MORANDO NESTOR ALBERTO
MORENO EDGARDO RUBEN
MORENO EDUARDO WALDO
MORENO RAMON ALDO
MORETTO HUGO JOSE
MOTTA OSCAR ALFREDO
MOYANO SERGIO DANIEL
MULLER RENE OMAR
MUÑOZ JUAN CARLOS
NAVARRO IBANOR
NIEVA VICTOR ANTONIO
NUÑEZ TOMAS ANGEL
NUÑEZ VICTOR RAUL
OBREGON PABLO
OCAMPO JULIAN HECTOR
OJEDA ANTONIO JAVIER
OLARIAGA ROBERTO NICOLAS
ORELLANA JOSE DEL CARMEN
ORELLANO JOSE ALBERTO
ORTIZ PABLO ARMANDO
ORTIZ RESTITUTO
OVIEDO CESAR AUGUSTO
PALLARES VICTOR DANIEL
PARDOU JORGE DELFINO
PAREDES ROQUE ANTONIO
PASINATO JORGE OSCAR
PAZ MIGUEL ROBERTO
PAZ RICARDO ARMANDO
PEÑA JUAN EFRAIN
PERALTA JORGE CARLOS
PERALTA JOSE LUIS
PERDOMO MARCELO FABIAN
PEREYRA ENRIQUE OMAR
PEREYRA RAMON GREGORIO OVIDIO
PEREYRA RAMON OSVALDO
PEREZ ROBERTO EULALIO
PIEDRABUENA EDUARDO JOSE LUIS
PINEDA RICARDO LIONEL
PINTOS FABIAN
PRAMPARO EDGARDO ROBERTO
PUCHETA JOSE ERNESTO
QUILAHUEQUE ISAIAS
QUINTANA ROQUE RAMON
QUIPILDOR OSCAR ALBERTO
RAGNI HECTOR OSVALDO
RAMIREZ JOSE LUIS
RAMIREZ RICARDO
RAMOS ELEUTERIO HILARIO
REARTES RICARDO ALFREDO
REGUERA JUAN CARLOS
RICARTE MARTIN MAURICIO
RIOS HECTOR RUBEN
RIVAS ABRAHAM RAFAEL
RODRIGUEZ JOSE HUMBERTO
RODRIGUEZ RUBEN ORLANDO
ROJAS RUBEN HORACIO
ROLLHEISER CARLOS ENRIQUE
ROMANO AROLDO RUBEN
ROMERO DANIEL ALBERTO
ROMERO FRANCISCO
ROMERO JOSE ALBERTO
ROMERO MARCELO OSCAR
ROMERO ROBERTO TEODORO
RUBIO REINALDO OMAR
RUIZ JORGE DENNYS
RUIZ RICARDO HORACIO
SAJAMA ANTENOR
SALAS CASTRO JORGE LUIS
SANABRIA SATURNINO
SANCHEZ JUAN SIMON
SANCHO ROBERTO ENRIQUE
SARMIENTO ANIBAL CESAR
SEITUN GUSTAVO DANIEL
SENDROS JORGE ALBERTO 
SEVILLA GERARDO ESTEBAN
SILVA EDUARDO TOMAS
SIRI FABIAN EDGARDO
SORIA ROQUE LUIS
SORIANO MIGUEL ANGEL
SOSA FABIAN ENRIQUE
SOSA FRANCISCO OSVALDO
SOSA JORGE ROBERTO
SOSA JOSE LUIS
SOSA MIGUEL ANGEL ANTONIO
SOTELO SORIANO
SUELDO ATILIO INDALECIO
TASIUK MIGUEL ANGEL
TELLO JULIO CESAR
TEVEZ GUILLERMO OMAR
TIBALDO RENE ANGEL
TOLEDO GABRIEL LORENZO
TORLASCHI EMILIO CARLOS
TORRES JORGE RUBEN
TORRES PEDRO ANGEL
TORRES RICARDO ALBERTO
TORTOSA CLAUDIO OMAR
TULIS JOSE ALBERTO
UZQUEDA ROBERTO ANTONIO
VALDEZ CARLOS ALBERTO
VANEGA CARLOS HUMBERTO
VARGAS GARCIA HECTOR ALEJANDRO
VARGAS OMAR 
VASSALLO ANGEL OMAR 
VAZQUEZ JULIO OSCAR
VELAZQUEZ MIGUEL MARCELO 
VELEZ JORGE LUIS 
VENDRAMIN PEDRO ANTONIO
VENTANCU MARTIN REY
VERA DARIO ELEODORO
VERA OMAR ELVIO
VERGARA ALEJANDRO ANTONIO
VERON ARMANDO ROSA 
VERON JUAN ALBERTO
VILA CARLOS DANIEL
VILCA CONDORI MARIO
VILLA JOSE ORLANDO
VILLALBA OSCAR ANTONIO
VILLEGAS JOSE AGUSTIN
VILLORDO MARIO OSCAR
VIVIER NESTOR EDGAR
YACANTE JORGE ANTONIO
ZABALA MARIO JOSE
ZALAZAR RAMON ELIAS 
ZANGANI JUAN CARLOS
ZAPATA CESAR ALBERTO
ZARATE SERGIO RUBEN
ZARZOSO FERNANDO FABIAN
ZOLORZANO RAMON AGUSTIN
ZURBRIGGEN ELIAS LUIS