El primer pico de la creciente del Paraná tuvo lugar durante los primeros días de enero. En San Javier se registró una altura máxima de 8,87 metros (dato de EVARSA) tomado el día 2 de ese mes. Con el correr del verano las aguas muy lentamente fueron descendiendo, pero sin volver al cause habitual. En tanto que desde la semana pasada y luego estar estacionado por varios días, el río San Javier volvió a crecer y en menos de 7 días aumentó 51 centímetros ubicándose en la jornada de este miércoles en 7,05 metros.
Este lunes 14 de marzo fue el día que más agua llegó por el afluente que a las 8:00 de la mañana marcó 6,80 metros, luego de haber estado el domingo en 6,96 metros. Los expertos a nivel nacional explican que las causas de este fenómeno son las lluvias ocurridas recientemente en Brasil y Paraguay. Este comportamiento climático se enmarca en la denominada Corriente del Niño. Si bien las temperaturas oceánicas comenzaron a declinar ya se han hecho diagnosticos de la continuidad de los efectos de "El Niño" hasta comenzada la primavera de 2016.
A esto debe sumarse la temporada de lluvias de abril y mayo que tiene lugar en esta zona del litoral. La conjunción de factores hace esperar un panorama hídrico complicado que durará hasta el invierno. El antecedente más importante es la inundación de los años 1983 y 1992 en San Javier donde el máximo registro de (EVARSA) fue de 9,39 metros.
Por otro lado y dada la crecida del río Paraguay los niveles alcanzados dependerán de las operatorias que hagan las represas ya que el Paraná es un río regulado por las obras hidroeléctricas generadoras de energía. La cuenca tiene 40 embalses. Las más importantes son Itaipú y Yacyretá. La liberación de caudal será la variable a tener en cuenta para calcular los metros alcanzados por el agua.