3 de diciembre de 2015

MONSEÑOR ARANCEDO: "SAN JAVIER ES UN CENTRO DE VIDA RELIGIOSA, HUMANA Y DE CORDIALIDAD"


La ciudad de San Javier celebró su fiesta patronal. En esta jornada de jueves 3 de diciembre de 2015, los Sanjavierinos rindieron homenaje a San Francisco Javier con las actividades programadas por la Parroquia local. Luego de la tradicional y multitudinaria procesión náutica, Monseñor José María Arancedo encabezó la Santa Misa en el escenario "Poeta  Julio Migno", del boulevard Candiotti donde se dió lectura a la Declaración de Santuario Diocesano a la Parroquia San Francisco Javier. Al cerrar la ceremonia, el arzobispo recibió saludos del Intendente Migno y toda la comunidad.



En este marco, el arzobispo de Santa Fe manifestó a nuestro medio: "San Javier es un centro de vida religiosa, de vida humana y cordialidad". En cuanto a lo referido a la declaratoria, Arancedo manifestó: "Este hecho es muy significativo y ha sido posible porque el cura párroco, las fuerzas vivas, escuelas colegios, laicos, autoridades hicieron llegar el pedido para que San Javier por su historia, por su camino merecía ser un Santuario". Además indicó que: "Este es un lugar donde venimos en peregrinación a rezar" expresó el obispo. 



"Aceptar a Jesucristo es un desafío"




En otro tramo de su palabra sostuvo: "Jesucristo ha venido para crear una sociedad nueva, de espíritu, por eso creer en Dios, aceptar a Jesucristo es un desafío, primero para hacerlo realidad en nosotros, en mi vida, en mi familia, en mi trabajo y está necesitando misioneros para llevar su mensaje a todo el mundo". En tanto que al referirse a la celebración patronal y la elevación el templo parroquial a Santuario Diocesano dijo: "Cada vez hay más público, la gente ha venido a un santuario a corazón abierto, hace tanto que no veía tanta gente, el año pasado creo que no había tanta". Por último dejó un mensaje para los Sanjavierinos y expresó. "Espero que la fe que han recibido sus mayores la conserven, el centro de la fe es Jesucristo, él ordena la vida, el amor, la verdad y la sinceridad y saca todo aquello que es odio rencor; es decir todo aquello que va destruyendo la vida del hombre" aseguró. 


Procesión por las calles de San Javier



Desde las 11:00 de la mañana se realizó la Bendición y procesión con vehículos por distintos barrios de la ciudad costera. Una verdadera multitud de unos 1000 vehículos, motocicletas y bicicletas acompañaron al Santo Patrono por las calles de la ciudad. El recorrido se inició en la Parroquia San Francisco partiendo por calle 9 de julio hasta calle Independencia, desde allí la procesión se dirigió hasta el barrio Carlos Monzón, La Fecha, Barrio Federal, Santa Teresita y barrio FONAVI. Una vez que la imagen del Santo recorrió un gran tramo en línea recta por Hipólito Irigoyen, giró por calle Dr. de la Colina hacia la ruta Nº 1 para ingresar al barrio Santa Rosa, Pizarro y finalmente tomar por Poeta "Julio Migno" hacia el barrio San Francisco. Allí otro importante grupo e personas junto a los integrantes de la Vecinal del barrio que lleva su nombre lo esperaron para comenzar los festejos.


Una vez en el lugar, el Padre Sergio Capoccetti encabezó una oración en honor al Santo Patrono lo que fue cerrado con aplausos y gritos que exclamaban "Viva San Francisco Javier!!!. A las 12:00 comenzaron los festejos previstos en el barrio San Francisco Javier, ubicado al noreste del casco urbano con la actuación de artistas locales. El presidente de la vecinal del barrio Miguel Acosta agradeció la presencia de lso Sanjavierinos en ese lugar y expresó: "Estamos muy contentos, nosotros nos preparamos para celebrar este 3 de diciembre, en esta ocasión sumamos algo muy anhelado que era la canchita de basquet que hoy está terminada". Por otro lado señaló: "Agradecemos al grupo que nos acompaña y a la gente que nos sigue y apoya en cada emprendimiento" concluyó. Por su parte, el Intendente Migno destacó: "El Sanbto Patrono siempre es un símbolo de unidad para los Sanjavierinos mas allá de las creencias". En tanto que al referirse a la declaración de Santuario Diocesano de la Parroquia San Francisco, Mignó indicó: "Es algo muy un importante y un jalón a la historia de San Javier" finalizó. 


Multitudinaria procesión náutica


Por otra parte, desde las 17:00 se realizó la tradicional Procesión Náutica con el Santo Patrono sobre las aguas del río San Javier. Un centenar de embarcaciones siguieron a San Francisco, incluso un grupo de peregrinos de la ciudad de Reconquista que navegaron unos 300 kilómetros para llegar a San Javier a celebrar la misa junto a la comunidad. 



A las 19:00 se celebró la Santa Misa en el escenario "Poeta Julio Migno" con la presencia del arzobispo de Santa Fe José María Arancedo. Posteriormente se declaró Santuario Diocesano a la Parroquia San Francisco Javier y para cerrar la jornada, la Municipalidad preparó un espectáculo artístico con la actuación de Cesar Ayala; un aporte del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia y el grupo local "Pisando Espinas".


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Francisco de Javier o Francés de Jasso (Castillo de JavierReino de Navarra7 de abril de 1506 – Isla de SanchónChina3 de diciembre de 1552) fue un presbítero, religioso y misionero navarro, miembro del grupo precursor de la Compañía de Jesús y estrecho colaborador de su fundador, Ignacio de Loyola. Fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de San Francisco Javier. Destacó por sus misiones, que se desarrollaron en laIndia y el oriente asiático. Recibió el nombre de Apóstol de la India.


Nacido como Francisco Jasso Azpilicueta Atondo y Aznares, señor de Javier, más conocido como Francisco Javier, nació en 1506 en el Castillo de Javier, en el Reino de Navarra. Su padre, Juan de Jasso, señor de Javier, era presidente del Real Consejo de los Reyes de Navarra Juan de Albret y Catalina de Foix.
Seis años más tarde, en 1512, con ocasión del pacto del reino de Navarra con Francia, se inicia la conquista de Navarra, cuando las tropas castellano-aragonesas al mando de Fadrique Álvarez de Toledoduque de Alba, por orden de Fernando el Católico, rey ya de Aragón y Castilla, la unidad política referida entonces por primera vez como España, ocupan gran parte de las plazas del Reino de Navarra (contando con el apoyo de los descendientes del noble beaumontés Luis de Beaumont, exiliados en Castilla, y que se habían enfrentado a los agramonteses en un largo conflicto civil que había finalizado a comienzos del siglo XVI). Tras la invasión parcial del Reino de Navarra por las tropas castellano-aragonesas con fuerte presencia guipuzcoana, se produjeron varias contraofensivas de los leales a los Albret, en este caso con fuerte apoyo francés, luchas que duraron hasta 1530.
En 1516, fallecido el padre en el exilio un año antes, los hermanos de Francisco participan en una infructuosa ofensiva con el Rey de Navarra Juan de Albret, siendo la familia de Francisco desposeída de sus propiedades, y el castillo desmochado por orden del Gobernador, el Cardenal Cisneros.
En 1521 los leales a Juan de Albret recuperan fugazmente el control casi total del Reino, aúnque dura poco tiempo, perdiendo la parte al sur de los pirineos, Alta Navarra, en 1524 (con la caída de la plaza Navarra de Fuenterrabía), mientras que en la Baja Navarra, al norte de los Pirineos, se mantendría leal a Juan de Albret en la órbita francesa.
En 1530, siendo Carlos I rey de España, éste abandona sus aspiraciones a ocupar el resto del Reino de Navarra que se mantendría como reino semi-independiente, y finalmente, a través de lazos matrimoniales se uniría con la corona francesa con el título de Reyes de Francia y Navarra. La parte surpirenaica de la Alta Navarra, con la que se consuma la Corona de España, mantendría sus instituciones, privilegios y denominación como Reino hasta el sigloXIX en que se transforma en una "provincia foral". La parte que quedó en Francia, la Baja Navarra, mantendría su estatus de Reino hasta la abolición de los privilegios de los territorios de la monarquía francesa, tras la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII.
Francisco había abrazado la carrera eclesiástica y marcha en 1528 a París a la Universidad de la Sorbona, donde conoce a Ignacio de Loyola, con quien fundará más adelante la Compañía de Jesús. Aunque al principio no sintió simpatía por Ignacio de Loyola, terminó siendo su mejor amigo y colaborador. Efectivamente, se da la circunstancia de que en 1521, previo a iniciar su vocación eclesiástica, San Ignacio, en ese momento Iñigo de Loyola, había combatido con las tropas guipuzcoanas imperiales contra las francesas del Duque de Foix (que apoyaban a Juan de Albret), en las que combatían, junto a otros navarros, los hermanos de San Francisco Javier, cayendo Ignacio herido en el sitio de Pamplona.

Francisco de Jasso "de Javier" nació en el castillo de Javier ubicado en lo que en la actualidad es la localidad de Javier, Navarra, entonces reino independiente y actualmente España, el 7 de abril de 1506 en el seno de una familia noble. Su padre, Juan de Jasso, era Presidente del Real Consejo del Rey de Navarra Juan III de Albret. Su madre fue María de Azpilicueta que pertenecía a una noble familia de la que formaba parte Martín de Azpilicueta, el llamado doctor navarrus. Era el benjamín de cinco hermanos: Magdalena, Ana, Miguel, Juan y él mismo.
Su niñez estuvo marcada por los hechos históricos que llevaron a la pérdida de la independencia al reino de Navarra, y su familia estuvo muy involucrada en dichos hechos. Su casa natal fue lugar de encuentro de los partidarios de los Albret y sufrió la revancha de la pérdida. Sus hermanos, miembros del ejército de Juan III, fueron encarcelados por ello. Estas circunstancias pudieron ser la causa de la determinación de Francisco por el estudio religioso. Francisco de Javier realizó sus viajes evangelizadores bajo pabellón portugués.

Estudios en París


En 1524 Francisco de Javier tiene tomada la determinación de ir a estudiar a París, a la Sorbona. Antes había cursado estudios en diferentes ciudades navarras, ultimándolos en Pamplona.

En septiembre de 1528 fue a estudiar a París, donde conoció al que sería su mejor amigo, Íñigo de Loyola, posteriormente San Ignacio de Loyola, quien nunca le dejó solo en los momentos difíciles en París y siempre le ayudó, como por ejemplo, cuando Javier sufrió problemas económicos.

Fue allí donde con otros cinco compañeros se constituye lo que sería el embrión de la Compañía de Jesús. El 15 de agosto de 1534, una vez finalizados los estudios, juran votos de caridad y castidad, a la vez que prometen viajar a Tierra Santa, en la Cripta del Martirio de Montmartre. Francisco se queda en París otros dos años más estudiando Teología, después de participar en los Ejercicios espirituales junto a Ignacio de Loyola.

En 1537 se reúne con Ignacio de Loyola para viajar a Italia. En Roma visitan al Papa Paulo III para pedirle su bendición antes de emprender el viaje a Tierra Santa, viaje que no se iba a poder realizar por haber entrado en guerra Venecia con Turquía. Llegan a Venecia y es ordenado sacerdote el 24 de junio. Durante su estancia en Venecia, mientras esperaban el barco para ir a Tierra Santa, se dedica junto a sus compañeros a predicar por los alrededores. Ante la tardanza del viaje, vuelven a Roma y se ofrecen al Papa para ser enviados a cualquier otro lado. De allí parte hacia Lisboa en 1540, donde dará comienzo la etapa más importante de su vida: la de misionero. El viaje a Portugal se debió a la solicitud del embajador portugués en Roma, Pedro de Mascarenhas, que pidió en nombre de Juan III de Portugal a Ignacio de Loyola algunos hombres suyos para enviarlos a las Indias Orientales. Para ese viaje Francisco fue nombrado por el Papalegado suyo en las tierras del Mar Rojo, del Golfo Pérsico y de Oceanía, a uno y otro lado del Ganges.


Sus viajes de misiones



El viaje a Lisboa fue por tierra y paró en Azpeitia (Guipúzcoa), para entregar cartas de Ignacio de Loyola a su familia. En Lisboa estuvieron un tiempo, hasta que fue designado Francisco para ser el enviado a las Indias. En ese tiempo no pararon de predicar el evangelio a los pobres de la ciudad.

El 7 de abril de 1541, día que cumplía 35 años, sale la expedición y llega el 22 de septiembre a Mozambique. Allí se queda hasta febrero del año siguiente. En esa estancia ayuda en el hospital y percibe la realidad del trato que se da a los negros, lo cual le lleva a tener los primeros enfrentamientos.

Después de efectuar escalas en Melinde y Socotora, llega a Goa (ciudad que luego sería capital de la India Portuguesa) el6 de mayo de 1542. Prepara un texto divulgativo basado en el catecismo de Juan Barros y comienza a predicar la doctrina católica por la ciudad, a la vez que asiste a moribundos, visita a presos y socorre a pobres.

Para lograr un acercamiento más intenso se dedica a aprender la lengua del país. Tras rechazar el puesto de director del seminario de San Pablo, se embarca, en octubre de 1542, para las islas de la Pesquería, donde permaneció más de un año.

Evangeliza a los indios Paravas y recorre las ciudades de TuticorrínTrichendurManapar y Combuture. Encontró la oposición de los brahmanes, que habitaban las pagodas de la región. Aprendió tamil y tradujo a esa lengua parte de los textos cristianos y una plática sobre el cielo y el infierno.

Establece en las Pesquería un sistema de asignación de territorios a un responsable, el cual debía de mantenerle informado del devenir de la misión. Una vez que ha organizado ese territorio, parte hacia Manapar y el distrito sur. Permanece un mes con los makuas, bautizando a más de 10.000 personas.

Durante 1544 realiza más de veinte viajes de evangelización. Ante las noticias de la ejecución de cristianos en Ceylan, Francisco vuelve a Goa y habla con el gobernador, para acompañar a las tropas que se iban a enviar para castigar las acciones contra los cristianos que el rey Jafnapatán había hecho. Por diferentes causas dicha acción nunca se llevó a cabo.

En 1545 parte a las islas Molucas en compañía de Juan Eiro, llegando a Malaca poco después. Durante tres meses Francisco de Javier aprendería un mínimo el idioma y se familiariza con la cultura local; también traduciría, con ayuda de gentes entendidas, la parte básica de los textos de la doctrina católica. Ese mismo año escribe al rey de Portugal sobre las injusticias y vejaciones que les imponen los propios oficiales de Vuestra Majestad.

Sale hacia las Islas de Amborio y Ternate en enero de 1546, después de preparar las Instrucciones para los catequistas de la Compañía de Jesús. Llega a su destino al cabo de mes y medio. Recorre diferentes islas de la región y en Baranula (Ceran), según cuenta la tradición, un cangrejo le devuelve el crucifijo que había perdido durante una tempestad.

En junio llega a Ternate, rico centro comercial de especias y última posesión portuguesa, permaneciendo en ella tres meses. De allí sale a las islas del Moro, donde pasa otros tres meses. De las islas del Moro emprende viaje de vuelta a Cochín, donde llegaría el 13 de enero de 1548.

Después de realizar labores de reordenación y supervisión de las misiones establecidas en India y Molucas, donde se siente decepcionado con el deterioro sufrido, tal y como demuestra en sus cartas, parte para Japón, junto a sus compañeros Cosme de Torres y Juan Fernández y el traductor Anjirō, el domingo de Ramos de 1549, llegando a tierras niponas el 15 de agosto. Desembarcan en Kagoshima, entonces capital del reino Sur del Japón. Permaneció en esta ciudad durante un año y por tierras japonesas durante dos años y tres meses. En colaboración de su compañero Pablo de Santa Fe evangelizó por tierras niponas e hizo traducir la obra Declaración de los artículos de la Fe, que se aprendió de memoria y solía recitar en las esquinas. Para responder a las preguntas que los transeúntes realizaban se valía de un intérprete. Ante el fracaso de la misión, pensó en citarse con el rey de la zona con la esperanza de que si éste se convertía al catolicismo, el pueblo también lo haría. En 1550 se dirige al norte con esta intención. Funda una pequeña colectividad cristiana en Hirado. Llega a Yamaguchi, luego a Sakai y, finalmente a Meaco, donde intenta, sin conseguirlo, ser recibido por el emperador.

Se traslada a Yamaguchi de nuevo y obtiene del príncipe la garantía de respeto a los conversos al cristianismo. Ante esa perspectiva realiza, junto con sus dos compañeros, una intensa labor de predicación que da su fruto en la creación de una pequeña comunidad católica. Muchos de los convertidos son samuráis. La oposición del clero local, los bonzos, fue siempre fuerte.
En septiembre de 1551 le llama el príncipe de Bungo, que le permite predicar en esas islas. Un mes después y dejando algunos conversos, Francisco Javier se vuelve a la India alertado por las noticias que le llegan. El viaje de vuelta se realiza en la nao Santa Cruz que capitaneaba Diego de Pereira, quien le da la idea de organizar una embajada a China en nombre del rey de Portugal para entablar negociaciones de paz. Cuando llega a Malaca se entera de que la India ha sido nombrada provincia jesuítica independiente de Portugal y que él es su provincial.

El 24 de enero de 1552 llega a Cochín y el 18 de febrero a Goa. Después de solucionar algunos problemas de las misiones y preparar el viaje a China, parte rumbo a ese país el 14 de abril. Le acompañan en la aventura el sacerdote Gago, el hermano Álvaro de Ferreira, Antonio de Santa Fe (que era de origen chino) y un criado indio llamado Cristóbal, y se embarcaron en la Santa Cruz capitaneada por Pereida.

Cuando llegan a Malaca tienen problemas con el Capitán de Mares, Alvaro de Ataide, que retrasa el viaje por dos meses e impide que Pereida siga al mando de la nao. Llegaron a la isla de Sanchón a finales de agosto de 1552, movido al parecer por las afirmaciones de los japoneses, que no valoraban nada que no hubiese arraigado antes en China, y con la idea de evangelizar en China para que esto influyese luego en Japón. Esta isla era el lugar de encuentro entre los mercaderes chinos y portugueses.

Permanecen a la espera de la llegada de un barco chino que debe de introducirles, clandestinamente, en el continente. El 3 de diciembre de ese año muere Francisco de Javier cuando contaba 46 años de edad. Su cuerpo es conducido a Goa, donde llega en la primavera de 1554, siendo enterrado en esa ciudad.