5 de noviembre de 2015

SAN JAVIER, SAN JUSTO, ROSARIO Y SANTA FE, LAS CIUDADES QUE MAS CONSULTAS GENERAN POR "LUDOPATÍA"




En diálogo con Sin Mordaza TV, Rubén Criado, de la Dirección provincial de Prevención y Asistencia a las Adicciones manifestó: "Tenemos muchas de Rosario con el tema ludopatía, Santa Fe, San Javier, San Justo y después del interior desde todos los barrios" con lo cual especificó cuales son los lugares de la provincia desde donde reciben mayor cantidad de llamados a la línea gratuita, especialmente por ludopatía y drogadicción. Siempre algún barrio sale, y Santo Tomé también. Por otro lado el tema de drogadicción suele concentrarse mayormente los barrios de la zona del oeste, Santa Rosa de Lima, Barranquitas, Centenario" haciendo alusión a la capital provincial.



Consultado sobre la función del centro Criado explicó: "Nuestra función es solamente derivar. El tema mucho de drogas no queremos avanzar porque no estamos muy preparados para eso, entonces nosotros tratamos que la gente esté más cómoda, y de ahí vamos al lugar más cerca que tengan. Si son de Santa Fe, se deriva a la dirección de prevención. Mayormente es por droga o ludopatía, los dos casos se atienden acá. Por ahí chequeamos nosotros porque hemos llamado para tener información de algunas ONG, por ejemplo en el norte tenemos el buen samaritano que está trabajando muy bien. Es una ONG que abarca toda la zona norte".



Horarios de atención


"El turno mañana es de 7 a 1 y el turno de tarde de 1 a 19 hs. Por la noche no hay empleados. Nosotros hemos propuesto cubrir las 24 hs del día y nos han puesto que no hay presupuesto. He presentado expedientes desde 2009 y siempre nos pusieron el tema de que no hay presupuesto. Haría falta un cambio de artículo para que nosotros tengamos mayor jornada, en vez de 6 hs sería 8 y con eso cubrimos los tres turnos durante las 24 hs".


La ludopatía 


Consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional. Aunque en anteriores ediciones del manual diagnóstico DSM había sido clasificado como un trastorno del control de los impulsos, ha sido conceptualizado y tratado como una adicción sin sustancia, hasta que en el DSM-V ha sido incluido finalmente dentro de la categoría de "Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos".


El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R en trastornos del control de los impulsos, que también incluyen la cleptomaníapiromanía y tricotilomanía, en los que estaría implicada la impulsividad, pero no presenta comorbilidad con dichos trastornos. Si bien el sistema DSM (III, III-R y IV1) y la CIE-102 incluye este trastorno entre las alteraciones debidas a un bajo control de los impulsos, lo cierto es que los criterios diagnósticos operativos DSM tienen exactamente el mismo diseño que el de las adicciones a sustancias, lo que muestra la concepción subyacente para la enfermedad en ese sistema: se trata de un problema adictivo "sin sustancia" incluido en un apartado diferente al suyo.


La ludopatía se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar los impulsos, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar, de manera compulsiva, uno o más juegos de azar. Puede afectar en la vida diaria de la persona que se ve afectada por esta adicción, de tal forma que la familia, la alimentación o incluso el sexo pasa a ser algo totalmente secundario. Por todo ello, no se debe de confundir la ludopatía con un vicio, ya que en estos casos nos encontramos ante una grave enfermedad crónica, una adicción.


Clasificación:


El juego patológico fue reconocido oficialmente como entidad nosológica de salud mental en el año 1980 cuando la Sociedad Americana de Psicología (APA) lo incluye por primera vez como trastorno en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en su tercera edición (DSM-III).


De acuerdo con el DSM-IV, el juego patológico se define actualmente de manera separada a la de un episodio maniaco. Sólo cuando el juego se da de forma independiente de otros trastornos impulsivos, del pensamiento o del estado de ánimo se considera como una patología aparte. Para recibir el diagnóstico, el individuo debe cumplir al menos cinco de los siguientes síntomas:


Preocupación. El sujeto tiene pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o producto de la fantasía.

Tolerancia. Como en el caso de la tolerancia a las drogas, el sujeto requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.

Abstinencia. Inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego.

Evasión. El sujeto juega para mejorar de su estado de ánimo o evadirse de los problemas.

Revancha. El sujeto intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.

Mentiras. El sujeto intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia, amigos o terapeutas.

Pérdida del control. La persona ha intentado sin éxito reducir el juego.

Actos ilegales. La persona ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las pérdidas.

Arriesgar relaciones significativas. La persona continúa jugando a pesar de que ello suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad significativa.

Recurso a ajenos. La persona recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego.